Mientras la causa por el asesinato de Sebastián Villarreal en marzo de 2024 en Córdoba avanza, uno de los implicados fue detenido por cuarta vez en un intervalo menor a los cuatro meses, esta vez por un robo calificado en Villa Carlos Paz. El detenido es inimputable por ser menor de edad. Quedó a disposición de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF), pero la familia de Villarreal reclama medidas más severas a la Justicia.
«Tengo dos hijos. No me mates, por favor». Esa fue la súplica de Sebastián Villarreal (45), que el 29 de febrero de 2024 fue abordado por delincuentes que buscaban robarle la moto mientras salía de su casa del barrio Yofre Norte, en Córdoba capital. A pocos metros estaban sus hijos, testigos de cómo los delincuentes hicieron caso omiso a la súplica de Villarruel y le descerrajaron dos tiros al pecho, le quitaron la moto y lo dejaron desparramado, agonizando en la vereda.
Por el crimen quedaron detenidos cuatro delincuentes de entre 17 y 25 años, más un menor de 14, identificado como «El Orejudo», declarado inimputable.
Ese apodo quedó resonando en la provincia de Córdoba, porque «El Orejudo» tenía reputación en el ámbito delictivo a pesar de su corta edad. Este martes el Ministerio Público Fiscal (MPF) de Córdoba comunicó que lo detuvieron una vez más. Es la cuarta vez en un intervalo menor a los cuatro meses, a más de un año y medio del crimen de Villarreal, en el que le sindican haber participado junto con otras cuatro personas del asesinato.
El MPF hizo público que en las últimas horas «El Orejudo» participó de un robo calificado a una casa en Carlos Paz, a mano armada, ocurrido la semana pasada. Desde entonces, la fiscal del caso Jorgelina Gómez ordenó varios allanamientos para dar con el joven. Si bien esos procedimientos dieron negativo en dos ocasiones, sí aportaron elementos de prueba para imputarlo. Una vez detenido, la fiscal Gómez instruyó que quedara a disposición de la SENAF y que fuera trasladado al Complejo Esperanza, un centro correccional para menores 13 kilómetros al sur de la capital cordobesa.
Sin embargo, la familia de Villarreal reclama otras medidas para el caso de «El Orejudo». La hermana del hombre asesinado en febrero de 2024, Jimena, declaró a ElDoce: «¿Qué van a hacer ahora que sea distinto? ¿Ponerlo en el Complejo Esperanza para cumplir el mismo circuito? No soluciona el problema de base y la escalada de violencia en él ha subido».
Cuatro detenciones en cuatro meses: el prontuario reciente del Orejudo
La de las últimas horas se trata de la cuarta detención de «El Orejudo» en menos de cuatro meses. El raid comenzó el 1 de mayo, cuando quiso robarle la moto a un policía en el barrio Colón, de Córdoba capital. Lo hizo en complicidad con otro menor de 16 años, que también fue detenido. Días más tarde, el 29 de mayo, lo detuvieron en Villa Carlos Paz con un Fiat Cronos que tenía pedido de secuestro por robo. En el baúl del auto había cuatro chapas patente con distintos dominios, así como también herramientas para forzar cerraduras y romper vidrios.
El 17 de junio lo atraparon luego de que hubiera asaltado a una persona como motochorro, en el barrio Cooperativa Los Paraísos, en Alta Córdoba, valiéndose de un arma falsa. Le secuestraron dinero y celulares robados, además de la réplica que usaba. En las últimas horas, «El Orejudo» volvió a caer detenido y a ser trasladado al Complejo La Esperanza, de donde salió en septiembre de 2024, medio año más tarde del asesinato de Villarreal. Desde entonces, y a pesar de prohibiciones que le impuso la SENAF para lograr la externación, como no usar las redes sociales, volvió a cometer un delito.
En noviembre de 2024 subió fotos suyas con un chaleco antibalas de la Policía de Córdoba y con tres pistolas. «Cero chuku, eh», se jactaba por entonces en las redes. La misma actitud desafiante de publicaciones posteriores, a bordo de motos o posando con más armas. «La foto es una provocación, una muestra de impunidad. ¿Cómo accede a un chaleco de la Policía? ¿Qué nos está queriendo decir?», se preguntó Jimena Villarreal a principios de agosto, cuando apuntó contra la SENAF, sobre el «El Orejudo».