Boca buscará este miércoles dar un paso más en la Copa Argentina cuando se mida ante Atlético Tucumán por los 16avos de final. Será el primer duelo del ciclo de Miguel Ángel Russo frente a un equipo de Primera en este certamen, ya que el equipo viene de avanzar en la competencia con un triunfo ante Argentino de Monte Maíz, en la etapa anterior.
Si bien Boca es uno de los máximos protagonistas históricos de la Copa Argentina (con cuatro títulos, dos subcampeonatos y al menos semifinalista en las últimas cuatro ediciones), su rendimiento frente a equipos de la máxima categoría muestra un registro más parejo del que muchos podrían imaginar.
Desde que el torneo volvió a disputarse en 2012, Boca jugó 23 partidos ante equipos de Primera División: ganó 8, empató 9 (con 8 triunfos y 1 derrota en penales), y perdió 6 en los 90 minutos. Si se suman las definiciones por penales, el saldo sigue siendo favorable, pero deja entrever una tendencia de paridad que suele repetirse cuando el rival no es de una categoría inferior.
Boca Central Córdoba Copa Argentina
Foto: @CopaArgentina
Un historial reciente que preocupa
El dato se vuelve más significativo al revisar las últimas tres ediciones del torneo. En ese período, Boca afrontó 7 cruces ante equipos de Primera y sólo ganó uno: 2-1 a Barracas Central en 2023. El resto fueron derrotas o clasificaciones por penales tras empates en los 90 minutos.
Además, sus dos últimas eliminaciones llegaron ante rivales pesados y en partidos de altísima tensión: Estudiantes (2-3 en 2023) y Vélez (3-4 en 2024), en cruces que tuvieron muchos goles y cambios de dominio constantes. Ambos significaron un golpe duro para el Xeneize, que llegaba con la obligación de seguir avanzando para no comprometer su acceso a la Copa Libertadores.
Otro dato que resalta el presente es que la última vez que Boca ganó por más de un gol de diferencia ante un equipo de Primera en la Copa Argentina fue en 2018, con un 2-0 frente a San Martín de Tucumán, que por entonces jugaba en la máxima categoría. Desde entonces, todos sus triunfos ante rivales de Primera fueron por la mínima o vía penales, lo que marca una clara tendencia de partidos apretados, sin margen de error.
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