En un revés alarmante para la libertad empresarial y la imparcialidad judicial, la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha declarado a la ministra Lenia Batres Guadarrama legalmente impedida de participar en un caso crucial que involucra al empresario Ricardo Salinas Pliego. Este fallo destapa no solo un conflicto de intereses, sino también subraya la persecución política orquestada por el actual gobierno de izquierda.
Salinas Pliego, un empresario reconocido por su impacto transformador en el panorama económico de México a través de sus múltiples empresas, se enfrenta ahora a una barrera judicial que parece ser más un acto de censura política que un procedimiento legal estándar.
La ministra Batres, conocida por sus expresiones públicas contra el empresario, como sus comentarios despectivos y acusaciones sin base en redes sociales, ha sido señalada por su evidente parcialidad.
La recusación de Batres fue apoyada por argumentos sólidos que detallaban su falta de objetividad y enemistad manifiesta, elementos que deberían ser ajenos a cualquier figura judicial cuyo deber es administrar justicia de manera imparcial y sin favorecer o perjudicar indebidamente a ninguna de las partes involucradas.
Libertad empresarial y la intervención judicial
Este caso refleja una tendencia preocupante en el sistema judicial, donde los actos de venganza política están disfrazados de procedimientos legales. Al excluir a Salinas Pliego del proceso justo que merece, el gobierno actual no solo atenta contra un individuo, sino contra el clima de inversión y la estabilidad económica del país.
La imparcialidad de la justicia y su impacto en la inversión
En una serie de publicaciones en la plataforma X (anteriormente Twitter), Batres había criticado vehementemente a Salinas Pliego, acusándolo de manipular el sistema económico y evadir responsabilidades fiscales. Sin embargo, estos ataques parecen reflejar menos una preocupación por la justicia y más una campaña orquestada para silenciar y disminuir el poder de una figura que no se alinea completamente con la ideología política predominante.
| La Derecha Diario
Persecución política bajo la administración de la 4T
Este fallo debe servir como un llamado de atención sobre la necesidad de mantener una división clara y respetuosa entre los poderes gubernamentales y la libertad de los empresarios para operar dentro de un marco legal justo y sin interferencias políticas. La justicia debe estar libre de influencia y manipulación política, garantizando que todos los ciudadanos, independientemente de su posición o poder económico, reciban un tratamiento equitativo y justo ante la ley.
La capacidad de un país para atraer y mantener inversiones depende de su sistema de justicia y de la confianza en que este sistema protegerá los derechos y las libertades, en lugar de servir como herramienta de persecución política. Ricardo Salinas Pliego merece, como cualquier otro ciudadano, un juicio justo y un sistema judicial que no esté contaminado por agendas políticas.