El Gobierno confirmó, a través del informe que el jefe de Gabinete Guillermo Francos presentó al Senado de la Nación a fines de noviembre, que en marzo de 2025 se terminan las moratorias para acceder a la jubilación mínima. Esta semana también se conoció el índice de desempleo para el tercer trimestre del año, que bajó respecto a la medición anterior. Se ubicó en 6,9%, 0,7 puntos por debajo del dato del segundo trimestre, aunque todavía 1,2 puntos por encima del mismo periodo de 2023.
La cantidad de asalariados y de trabajadores con aportes jubilatorios todavía no logra recomponerse. En el tercer trimestre de 2023 el 74,8% de la población económicamente activa era asalariada, y de esa población el 35,8% no contaba con aportes jubilatorios. Además, el 21,6% trabajaba por cuenta propia, el 3,2% eran patrones y el 0,4% trabajadores familiares sin remuneración.
De acuerdo con la última medición del Indec, para el tercer trimestre de 2024 el 73,1% de las personas empleadas son asalariadas, y el 36,7% no cuenta con descuento jubilatorio. Por otra parte, el 23,3% trabaja por cuenta propia, el 3,3% son patrones y el 0,3% trabajadores familiares sin remuneración.
El comportamiento del mercado de trabajo explica por qué, hasta ahora, la moratoria previsional fue la única opción para el 70% de la población argentina. Pero mientras el porcentaje de quienes lo necesitan aumenta, el acceso a un plan de pagos para acceder a la jubilación, a partir del 23 de marzo de 2025, ya no será una opción.
Desde ese momento, quienes no hayan cumplido con los 30 años de aportes accederán a la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), que equivale al 80% de una jubilación mínima.
Las mujeres serían las más perjudicadas por esta situación. No solamente porque 9 de cada 10 de las que están jubiladas pudieron acceder mediante una moratoria –7 de cada 10 en el caso de los hombres–, sino porque el desempleo creció mucho más en porcentaje para las mujeres que para los hombres. En el tercer trimestre de 2023 el 6,3% de las mujeres estaban desocupadas, un porcentaje que creció al 7,9% en el mismo periodo de 2023 (con lo cual aumentó 1,6 puntos porcentuales). En tanto, la cantidad de hombres desempleados pasó del 5,3% al 6,2%, un incremento de 0,9 puntos.
Durante este año, por el desmantelamiento de políticas de género, explica un informe del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) “las mujeres y personas LGBTIQ+ asumieron una mayor carga de trabajo no remunerado en el cuidado de sus familias, lo que incrementa las barreras para acceder al empleo formal y a redes de apoyo”. Además, “el 59% cuenta con menos tiempo propio para destinar al cuidado de las infancias, personas mayores y personas con discapacidad que necesitan cuidados”. Esa situación “impacta directamente en el mercado de trabajo y en el acceso a un empleo formal”, concluyeron.
Esta semana también se publicó el informe sobre la evolución de la distribución de los ingresos. Allí se observa cómo la brecha de género se amplía: según el Indec, el ingreso medio fue de $649.163 en el tercer trimestre. Las mujeres bajaron ese promedio, ya que mientras para los hombres fue de $754.820 para las primeras fue de $546.317, un 27,6% por debajo de los hombres.
En el tercer trimestre de 2023 el salario promedio era de $193.281. Para los varones era de $223.140 y para las mujeres de $164.192, una diferencia de 26,4%.
A la par bajó la cantidad de personas que recibieron algún ingreso (del 63,2% en 2023 a 62,8% en 2024) y aumentó la diferencia entre quienes menos y más ganan: para el tercer trimestre de 2024 el ingreso promedio de los estratos más altos equivale a 7,6 salarios de los estratos más bajos. “Analizado según escala de ingreso individual, el ingreso promedio del estrato bajo (deciles 1 a 4) fue de $212.282; el del estrato medio (deciles 5 a 8), a $603.688 y el del estrato alto (deciles 9 y 10), a $1.614.039”, explica el último informe oficial. En 2023, el salario promedio de los estratos más altos representaba 6,2 sueldos de los sectores con más bajos recursos: el ingreso promedio de los primeros cuatro deciles de población era de $67.049, mientras para los estratos más altos alcanzaba los $416.255.
Por otro lado, y según se desprende del estudio del tercer trimestre de 2024, los trabajadores asalariados sin descuento jubilatorio perdieron contra la inflación. “El ingreso promedio equivale a $334.819 (+199,0% interanual)”, destacan. La inflación interanual para ese mismo mes (septiembre) era del 209%.
El índice de salarios se incrementó un 4,6% en términos mensuales en octubre, con lo que se ubicó casi dos puntos por encima de la inflación de ese mes (2,7%), aunque en términos interanuales siguieron perdiendo: crecieron 172,1% interanual, mientras el índice de precios lo hizo en un 193%.