Este viernes 29 de noviembre, Netflix estrenó Senna, la miniserie que retrata la vida del piloto brasileño de Fórmula 1 Ayrton Senna, que llegó a conquistar tres campeonatos del mundo. A raíz de su desembarco en la plataforma de streaming, muchos recuerdan la historia de amor que tuvo con María da Graça Meneghel, popularmente conocida como Xuxa. Ese ida y vuelta dejó sin aliento a todo Brasil, que siguió de cerca su romance y, también, su estrepitoso final.
Corría la década de los 80 y ella ya había participado de decenas de tapas de revistas como modelo, mientras que él prefería mantener su vida privada lejos de las cámaras. A ella, es decir, a Xuxa, le explotó la fama -aunque no de la buena- cuando a los 17 años protagonizó uno de los escándalos mediáticos de Brasil: su noviazgo de seis años con Pelé -que en ese momento tenía 40 años, tres hijos y un divorcio-. De él se separó en 1986 por infidelidades. “Tuve mi primera relación que duró seis años y fui traicionada continuamente. Cuando lo miraba, en su boca tenía lápiz labial que no era el mío. Eso era normal para él. Una vez me dijo: ‘Son las mujeres que quieren estar con Pelé’”, rememoró Xuxa en 2020 en una entrevista con Matheus Mazzafera.
Pero sin saberlo, su gran amor tocaría la puerta tiempo después. En 1986, le llegó la propuesta para conducir Xou da Xuxa (El show de Xuxa) y fue solo el principio del éxito que conquistaría el corazón de los más chicos. Mientras la vida de la presentadora brasileña estaba en su máximo esplendor, el destino hizo lo suyo. ;iraba una revista cuando lo vio a él y acaparó toda su atención. Él era Ayrton Senna. Así fue que Marlene Mattos, quien en ese momento era la representante y mano derecha de la conductora, se encargó de ponerlos en contacto para finalmente el 15 de diciembre de 1988 tener su primera cita en la casa de Xuxa.
“Cuando nuestras manos se tocaron fue muy fuerte. Hasta Zé, mi perro, se enamoró de él. Aquella noche conversamos mucho. Él me contó sobre la experiencia que había tenido en Japón, cuando decía que habló con Dios y otros asuntos”, dijo tiempo después la conductora sobre aquel encuentro. Pese a que al principio evitaban a los medios, el corredor llegó a ir a verla a su programa e incluso apareció en cámara. Este fue el diálogo que tuvieron:
Xuxa: ¿No es lindo? Ahora voy a hacerle algunas preguntas. Creo que todo el mundo está emocionado pero no más que yo. Porque es difícil ser amigo de él y ahora nos miramos así. Vamos a conversar duro, así. Ayrton, ¿qué querés para Navidad?
Senna: Lo que yo realmente quiero no lo puedo decir acá.
Xuxa: ¿Por qué no?
Senna: Censurado. Pero solo quiero felicidad.
Xuxa: Decimelo al oído.
Los compromisos laborales que cada uno tenía hicieron priorizar sus carreras, por lo que en 1990 decidieron ponerle fin a la relación. “Nos separamos el 26 de marzo de 1990. Así como él quería a una persona que lo acompañase en los grandes premios, yo quería a alguien que me acompañase a mis compromisos”, contó Xuxa más tarde.
Pese a la decisión de seguir cada uno con su vida, Ayrton y Xuxa quedaron como amigos. Fue por esto que para el GP de Mónaco de 1990 ella estuvo en la pista. “Vine como cualquier brasileña a hinchar por Ayrton, ya que aquí nunca vi una carrera de Fórmula 1″, explicó la conductora.
En agosto de ese año, Senna dio una entrevista para la revista Playboy y brindó detalles desconocidos del romance. “El gran problema es que Xuxa delira por su profesión y simplemente se encierra en su mundo. Creo que fui uno de los únicos que pude entrar en él. Yo también soy especial como ella. A pesar de eso, era difícil. Xuxa no crea las condiciones para relacionarse. No tiene tiempo para pensar en una familia y tener hijos”. Y agregó: “Puedo decir que una sola vez en toda mi vida sentí aquí dentro el deseo de tener una nueva familia. Una sola vez en toda mi vida soñé con tener un hijo. Fue con ella. Con Xuxa”.
El 1 de mayo de 1994, durante el Gran Premio de San Marino, el brasileño perdió el control en la curva de Tamburelo y se estrelló contra el paredón a más de 250 kilómetros por hora, el accidente le produjo un daño cerebral irreversible. Aunque lo trasladaron al hospital, a los pocos minutos, murió.
Durante el velorio, que movilizó a todo Brasil, Xuxa dijo presente. Y no solo eso: durante el velatorio se sentó junto a la hermana y madre de Senna, lugar que había sido apartado inicialmente para quien era en ese entonces la novia del piloto, Adriane Galisteu.