miércoles, 30 octubre, 2024

Ya reelecto, Kicillof milita a fondo la campaña de Massa: el temor a que Milei le estrangule recursos

Axel Kicillof fue reelecto ya hace 21 días, pero se muestra en modo campaña permanente. Un repaso de su frenética agenda pública de la semana pasada lo confirma: visitas de una punta a la otra de la Provincia, reuniones con intendentes peronistas de las diferentes secciones electorales, idas a fábricas, encuentros con sindicalistas.

A todos sus interlocutores les repite el mismo discurso, que no es momento de festejar ni de bajar los brazos, que se debe continuar con el trabajo duro para asegurar el triunfo de Sergio Massa.

Un amigo del gobernador dice a Clarín: “Lo conozco desde comienzos de los 90 y Axel siempre fue así, muy orgánico”. Esa podría ser una de las razones de por qué Kicillof no se relajó tras su victoria.

Hay otra: autopreservación. Entiende que el futuro de su gestión estará en juego en caso de que el que llegue a la Casa Rosada sea Javier Milei.

El propio gobernador lo dijo en los actos de campaña de la semana pasada: “Necesitamos que en el Gobierno Nacional haya un presidente que comprenda las inversiones, las obras y el acompañamiento que requiere nuestra provincia”.

El problema de fondo es obvio: Buenos Aires es una provincia extremadamente vulnerable desde lo económico y manejarla con una Casa Rosada hostil puede llegar a ser ultra complicado, según coinciden en el actual oficialismo y en Juntos por el Cambio.

Aunque hay una pequeña variación en las cifras que manejan en uno y otro sector político, en ambos también concuerdan en que la Provincia sufre un desfinanciamiento estructural debido al descalce entre los impuestos nacionales que recauda (cerca del 40% de la torta nacional) y lo que recibe a posteriori (entre 21 y 22%).

Axel Kicillof con su vice Verónica Magario, en un acto en SMATA. Foto: Prensa.Axel Kicillof con su vice Verónica Magario, en un acto en SMATA. Foto: Prensa.En los últimos años ese descalce se compensó con la llegada de fondos discrecionales por parte del Gobierno Nacional, admiten en el oficialismo provincial, sin dar números.

Técnicos de la gestión anterior de María Eugenia Vidal calculan que cerca de la mitad de la totalidad de los fondos discrecionales que repartió Alberto Fernández en los últimos cuatro años fueron para la provincia de Buenos Aires. Las restantes 22 provincias debieron conformarse con lo que quedase de la otra mitad.

Según la consultora Aerarium, «al tercer trimestre de 2023 la Provincia de Buenos Aires percibió $429.341 millones», lo que representa «un incremento interanual de las transferencias discrecionales del 111% nominal y una caída del -2% real».

En caso de que gane Massa, en La Plata no observan -al menos es lo que dicen- que Buenos Aires pueda sufrir algún tipo de asfixia.

“Vamos a tener la asistencia que la Provincia necesite. Esto es algo que ya está hablado entre Sergio y Axel”, aseguran en La Plata. Y agregan: “Sergio es ministro de Economía hace más de un año y siempre cumplió con todo”.

Antecedente reciente

De ganar Massa, quizá habrá que esperar un tiempo para evaluar si ese escenario armónico del que hablan se mantiene o si empiezan a surgir disputas políticas y choques. Kicillof no tiene reelección en la Provincia en 2027.

Hay que retroceder apenas una década para entender que un mismo signo político en la Nación y en la gobernación bonaerense no es garantía de paz.

Fueron recurrentes las visitas de Daniel Scioli, en sus épocas de gobernador, a la Rosada -e incluso al propio Axel Kicillof cuando era ministro de Economía- para buscar asistencia financiera.

Era tanto el rigor con el que lo trataba Cristina Kirchner que, en 2012 por ejemplo, debió pagar el aguinaldo a los estatales en cuotas.

En el oficialismo provincial hablan de un posible escenario «explosivo»

Pero igual ese es el escenario para el que hace campaña Kicillof. El otro, el de Milei presidente, asoma “explosivo”, de acuerdo al término que se escucha en el oficialismo bonaerense.

Es un tema que genera desvelo en la gestión provincial. Ya de arranque, sostienen que Buenos Aires podría ser muy sensible a algunas de las medidas que -suponen- podría tomar el libertario, como una eventual suba en las tasas de interés y de tarifas en los servicios, recortes en créditos y programas, o “la apertura indiscriminada” de importaciones.

Axel Kicillof, la semana pasada en el puerto de San Nicolás.Axel Kicillof, la semana pasada en el puerto de San Nicolás.Para sostener el argumento, en el oficialismo bonaerense sostienen que «por las políticas macro que se aplicaron durante la administración de Mauricio Macri, la economía de la provincia de Buenos Aires bajó 5,8% y la industria manufacturera, 20%. Es una caída que no se compensa ni con el sector agropecuario ni el sector servicios».

Más. Un economista de renombre en el kirchnerismo alerta que en caso de que se produzca un ajuste muy fuerte, caerá la recaudación. El 75% de la recaudación bonaerense es por Ingresos Brutos, depende de la actividad económica.

En criollo: si el modelo económico de una eventual presidencia de Milei ya los preocupa, mucho más temor les genera que por la disputa política desde la Nación se los deje sin fondos y se los asfixie.

«Podría haber una combinación de factores, desde cortar el financiamiento a servicios que fueron transferidos hasta frenar el envío de fondos para programas como el Conectar Igualdad o los de los viajes de egresados. La dependencia de las finanzas bonaerenses de las nacionales es estructural», evalúan en el kirchnerismo bonaerense.

«Juego peligroso»

Cerca de Kicillof, sin embargo, advierten que ahorcar a la Provincia puede ser peligroso porque no se trata de un juego unidireccional.

Casi parece una muletilla, pero funcionarios y dirigentes políticos que juegan alineados con el gobernador repiten que en caso de estallido las protestas no serán en la esquina de 6 y 53 -ahí queda la gobernación bonaerense- sino en Plaza de Mayo.

«La Nación no es viable prendiendo fuego la provincia de Buenos Aires», alertan en la Gobernación. «Habrá que hacer acuerdos, aunque habrá que ver cuánto quieren acordar ellos», agregan en referencia a un eventual gobierno libertario.

Entre intendentes peronistas del GBA también hay preocupación. «La hipotética relación entre un Milei presidente y Kicillof como gobernador va a ser un desastre. Axel no tiene un perfil negociador, es muy confrontativo», dice un alcalde de la Tercera Sección Electoral.

Otro de la Primera, completa: «Axel demostró que en política es más pícaro de lo que muchos creían. Habrá que esperar para saber qué sucede».

Sergio Massa con Axel Kicillof. Foto: EFE.Sergio Massa con Axel Kicillof. Foto: EFE.Eso sí: hay apenas dos antecedentes de administraciones provinciales de diferente signo político a la nacional en las últimas décadas, pero lo que tienen en común es que fueron accidentadas.

Fondos discrecionales

Al tercer trimestre de 2023, la provincia de Buenos Aires recibió $429.341 millones de fondos discrecionales que manejan desde la Casa Rosada, según un informe realizado por a consultora Aerarium.

El monto se trata de un incremento “interanual de las transferencias discrecionales de más 111% nominal y una caída del menos 2% real”, agrega el estudio de Aerarium.

Según el relevamiento, el aumento nominal en los envíos a la provincia de Buenos Aires “se explica por la ANSES, que financió el déficit de la caja previsional por $51.209 millones ($42.916 millones más que a septiembre de 2022), el FONID ($60.649 millones más que a septiembre de 2022) y la asistencia financiera de la Secretaría de Hacienda mediante el Fondo de Fortalecimiento Fiscal (+80.366 millones)”.

«Arrancó con una partida de $ 159.100 millones, en 2020, y fue creciendo de año en año hasta sumar impresionantes $ 954.600 millones, casi un billón, en lo que iba del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernández».

Esos $ 954.600 millones que hasta ese momento le habían tocado a Buenos Aires equivalían al 42% del paquete completo. Esto es, 42% de un total de 2,3 billones de pesos. El 58% restante se lo repartieron entre 23 provincias, considerando como tal a la Ciudad. Córdoba y Santa Fe percibieron 5,4% para cada una y un 4% a CABA; esto es, las tres jurisdicciones que en la tabla le siguen a Buenos Aires no llegan a reunir ni un 15% juntas.

A septiembre de 2022, la provincia de Buenos Aires había recibido el 42,4% de la totalidad de las tranferencias discrecionales. A septiembre de 2023 trepó a 43,2%.

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