Un turista argentino murió al caer desde más de 100 metros de altura mientras realizaba una expedición de trekking en las lagunas de Milluni, una zona del altiplano de La Paz, en Bolivia, a 4.500 metros sobre el nivel del mar.
Según publicaron los medios locales, el hombre tenía alrededor de 50 años. Su cuerpo pudo ser localizado el miércoles a la tarde, pero recién se lo pudo recuperar este jueves por la mañana en un operativo que llevó casi dos horas por las difíciles condiciones del lugar. Su identidad aún no fue difundida.
Pavel Tovar, director departamental de Bomberos, informó que el cuerpo ahora será llevado a La Paz para realizar las pericias correspondientes para determinar qué le pasó. La investigación estará a cargo de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC).
De acuerdo a las primeras informaciones, el turista argentino se habría precipitado desde más de 100 metros de altura por motivos que aún no fueron esclarecidos. El guía de montaña que lo acompañaba fue el encargado de dar aviso a las autoridades.
Según informó La Razón de Bolivia, el lugar donde se produjo la caída es un sector rocoso de difícil acceso emplazado alrededor de las lagunas de Milluni. Suele ser visitado por turistas para realizar excursiones de trekking, disfrutar del paisaje del altiplano con las lagunas de formación glaciar y realizar avistaje de fauna autóctona.
Otro turista argentino muerto en Brasil
Este jueves también encontraron muerto Alejandro Ainsworth (54), el turista argentino que había desaparecido hace cuatro días en Río de Janeiro.
Ainsworth había sido visto con vida por última vez el domingo por la noche. Sus hijos viajaron de urgencia a Brasil para tratar de interiorizarse con la investigación ya que intuían que podría tratarse de un secuestro. Sus cuentas bancarias fueron vaciadas en las últimas horas y su teléfono hizo extraños movimientos desde Brasil.
Los movimientos financieros se extendieron durante todo el lunes hasta que las operaciones quedaron bloqueadas. Según pudieron precisar los familiares, el teléfono de Ainsworth estuvo activo hasta las 21 de ese día, aunque sin poder establecer su ubicación.
Según denunciaron sus hijos, le sacaron US$ 3.500 y un préstamo de $ 4.000.000. Incluso intentaron sacar otro crédito, pero la familia logró frenarlo.
D.D.
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