Lautaro Ghiselli, apodado el Laucha, de 31 años, supuestamente el nuevo jefe de la barra brava de Rosario Central, fue detenido en la ciudad rosarina, tras un megaoperativo policial basado en la Ley Antimafia y el Plan Bandera.
La captura ocurrió en un departamento en la calle Salta al 2400, barrio Pichincha, tras una investigación de la fiscal Georgina Pairola, quien lo señala como líder de la banda narco conocida como Los Menores. Esta organización está vinculada al narcotráfico y a los homicidios de Andrés Bracamonte y Daniel Attardo, ambos líderes de la barra, ocurridos el 9 de noviembre de 2024, cerca del estadio Gigante de Arroyito.
El operativo incluyó 17 allanamientos, principalmente en el barrio 7 de Septiembre, feudo de Los Menores. En la detención de Ghiselli se secuestraron una camioneta Volkswagen Amarok, dos millones de pesos, 64 gramos de cocaína fraccionada, 67 cartuchos calibre 9 mm, cuatro cargadores de pistola, tres celulares, una computadora, tarjetas bancarias y un carnet de socio de Rosario Central.
También fue detenido Martín David Olivero, por narcotráfico, con decomisos de cocaína, celulares y municiones. La investigación, liderada por el Ministerio Público de la Acusación, la Procunar y el Equipo de Trabajo para el Abordaje Estratégico de Armas de Fuego, busca desmantelar redes criminales asociadas al narcotráfico y la violencia en el fútbol.
Ghiselli, quien era indicado como el nuevo líder de la barra tras el asesinato de Bracamonte, es considerado cercano a Matías Gazzani, prófugo y presunto líder de Los Menores. Los detenidos están incomunicados, y se realizan pericias urgentes sobre los celulares para avanzar en la causa por doble homicidio y asociación ilícita.
Andrés Bracamonte, jefe de la barra de Central, asesinado en 2024.
El crimen de Bracamonte
Bracamonte y Attardo, conocidos por los apodos de Pillín y Rana, circulaban en una camioneta Chevrolet S10 blanca cuando fueron interceptados por atacantes, dos o tres personas encapuchadas, que dispararon desde muy cerca en una emboscada. Saturaron el vehículo con múltiples balazos (entre 7 y 10 disparos según testigos).
El velorio de Bracamonte debió realizarse con un tremendo operativo de seguridad.
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