La Noche de Mirtha vivió este sábado 19 de julio un momento tan fuerte que descolocó a todos. No por una polémica ni por un cruce al aire, sino por la emoción a flor de piel de Mirtha Legrand, que se animó a compartir un costado íntimo de su vida como pocas veces lo hace. De manera auténtica, con una sensibilidad única, sus palabras hicieron mucho ruido.
Todo comenzó como una charla más en la mesaza que tiene semana tras semana, esta vez teniendo de invitados a Moria Casán, Luis Novaresio, Jorge Marrale, Mariano Iúdica y Natalie Weber. Pero una pregunta del periodista fue el disparador: quiso saber qué era lo que más extrañaba Mirtha de su vida pasada. Lejos de esquivar el tema, la diva respondió con una mezcla de tristeza y dolor.
“No sé, no te puedo contestar lo que más extraño”, empezó diciendo La Chiqui teniendo dudas de querer entrar en ese terreno. Sin embargo, de inmediato se sinceró: “Seguramente a mis seres queridos, los que no están conmigo. A mi hermana Goldy, a Dani, mi hijo. Yo me quedé muy sola y eso lo extraño. Por eso tengo tantos amigos a los que quiero muchísimo, y algunos familiares, mi hija, mis nietos”.
La confesión de Mirtha llega en un momento tan frágil como sincero, de sensaciones encontradas ya que desde hace semanas se viene hablando de la continuidad de su programa y con algunas cuestiones en lo personal. A sus 98 años, la legendaria conductora suele mostrarse muy emocionada con el cariño que recibe a diario de la gente y de sus colegas en el medio. Eso la sensibiliza de una forma muy especial.
MIRTHA LEGRAND SE EMOCIONÓ CON LOS RECUERDOS DE SU INFANCIA EN ROSARIO
Minutos antes ya se había generado un clima cargado de emoción cuando Mirtha recordó su paso por Rosario, donde vivió de niña. Novaresio nombró el colegio María Auxiliadora y la conductora lanzó una anécdota: “La última vez que fui pasé por la puerta y una monja me reconoció como ‘Rosita’. Me dijo que todavía conservaban mi libreta. Así que el próximo viaje la voy a retirar. Una emoción… Que alguien me llame Rosita”.
Con los sentimientos a flor de piel, Mirtha también compartió recuerdos de su infancia: “Tengo recuerdos hermosos. De mi pueblo, cuando íbamos a Mar del Plata, que nos quedábamos dos meses. Y la vida del pueblo. Éramos las mellizas Martínez”.
Sobre el cierre, Iúdica le propuso un juego: elegir un momento de su vida para revivir. Y la respuesta de la Chiqui fue directa y sin vueltas: “El momento de mi casamiento, en la Iglesia San Martín de Tours. Me casé y ese es el recuerdo más amoroso”. Luego, sonriendo aunque con los ojos brillosos, agregó: “Muchas veces voy a la Iglesia porque fui muy feliz. Yo tenía 19 años cuando me casé y mi marido 36, había una gran diferencia de edad, pero nos entendíamos perfectamente”.