sábado, 19 julio, 2025

Joaquín Furriel reveló los detalles más fuertes del ACV que sufrió: Tuve miedo por mi hija»

Joaquín Furriel pasó por el living de Otro día perdido, el programa que conduce Mario Pergolini por Canal 13, y sorprendió a todos al abrir su corazón. Es que en un momento de la charla, el actor habló de uno de los momentos más difíciles que le tocó atravesar en su vida: el accidente cerebrovascular que sufrió hace casi 10 años, cuando menos lo esperaba.

Todo arrancó como parte de una anécdota más. Pergolini le recordó que 2015 no había sido un año fácil para el actor, y Furriel comenzó a recordar: “Fue bravo. Primero tuve una fractura de vértebra y después, el ACV”. Desde ahí comenzó a relatar, casi como si se tratara de una escena de una de sus películas, cómo se cayó de la cama mientras jugaba con su hija y se rompió la vértebra dorsal 12.

“Me caí de la cama, fue insólito. Dolía tanto que sentís que te quedás sin aire”, confesó Joaquín, sin saber lo que se iba a venir. Lo que más lo marcó no fue el dolor, sino su reacción frente a la nena: “Le actué todo para que no se preocupara. Le dije ‘está todo bien’, y seguimos comiendo pizza como si nada”.

Aquel episodio obligó a Furriel a usar un corset durante varios meses, y aún así no dejó de grabar. “Me la banqué tirado, porque al otro día tenía que grabar. Pensé que era una pavada, pero terminé con un corset que usé varios meses”, relató. “Fue la mejor actuación de mi vida. No podía mostrarle que estaba sufriendo”.

JOAQUÍN FURRIEL REVELÓ EL MIEDO QUE TUVO POR SU HIJA TRAS SUFRIR EL ACV

Pero el verdadero golpe llegó poco después. El ACV agarró a Joaquín volviendo de unas vacaciones, a bordo de un avión, sin ningún tipo de aviso previo: “No fue por estrés ni por trabajo. Me agarró arriba de un avión, poco antes de aterrizar. Sentí medio cuerpo dormido, pero al principio no entendía qué pasaba. Cuando intenté prender el celular y noté que no podía mover bien una parte del cuerpo, ahí me di cuenta de que algo andaba mal”.

Según contó el actor, al principio lo confundió con cansancio extremo. Pero en el hospital entendió que era grave, y comenzó un proceso largo y difícil: “En la primera película que filmé después, me preocupaba no recordar los diálogos. Cuando me di cuenta de que podía, fue un alivio inmenso”.

Y aunque su salud y su carrera estaban en juego, hubo algo que a Joaquín le dolió más que todo lo demás: “El primer miedo que sentí fue por ella. Pensé: ‘No puede ser, no me puedo ir ahora, no puedo dejarla así’. Ese fue el verdadero susto”.

Hoy, con esa etapa atrás, Furriel habla de todo eso con madurez. No dramatiza, pero tampoco le resta peso. Y deja una enseñanza entre líneas: que a veces la vida te sacude justo cuando pensás que está todo bajo control. Y que lo verdaderamente importante no siempre es lo que parece.

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