martes, 8 julio, 2025

Más problemas para Milei: rebotó la inflación en CABA y subió a 2,1% en junio

En junio, la inflación en la Ciudad de Buenos Aires frenó la desaceleración y volvió a subir respecto del mes anterior: los precios se incrementaron 2,1% en promedio, contra el 1,6% de mayo, según Instituto de Estadística y Censos porteño. Esta suba estuvo impulsada por el alza en los precios del transporte, el costo de las educación privada, las tarifas de electricidad, servicios financieros y prepagas.

De esta manera, el Índice de Precios acumula en el primer semestre un 15,3% y en el último año acumula 44,5%. El dato publicado este martes 8 de junio anticipa los resultados que a nivel nacional publicará el Indec el próximo lunes 14 de junio, cuando dará a conocer el IPC-nacional. Las consultoras prevén que se ubicará en torno al 2% mensual (versus el 1,5% de mayo), expresando un recalentamiento de precios que fundamentan el creciente malestar social.

En la Ciudad de Buenos Aires, el informe del Instituto porteño destaca que los precios regulados (por el Estado nacional y el Gobierno de CABA) subieron 2,4%, “destacándose las actualizaciones en las cuotas de la medicina prepaga y en los valores del boleto de colectivo urbano, los ajustes en los aranceles de los establecimientos educativos (de nivel inicial, primario y secundario) y en las tarifas residenciales del servicio de electricidad”.

El rubro que viene liderando las subas corresponde precisamente a los servicios. En el primer semestre del año los Bienes acumularon una suba de 11,2% y los Servicios de 17,9%.

Esto también ocurrió en el mes de junio, con un incremento de 2,6% mensual, por los aumentos en los valores de los gastos comunes por la vivienda, de los alquileres y de los restaurantes, bares y casas de comida.

En vísperas de las vacaciones de invierno, se dispararon en junio tanto el transporte aéreo (+ 7,8%), los servicios financieros (+ 7,3%) y los paquetes turísticos (+ 7,1%). Por su parte, los servicios financieros acumulan de enero a junio un alza del 34%, casi duplicando la inflación promedio del semestre. Y un 84,7% interanual, también casi duplicando la inflación promedio anual.

Una primera conclusión es que posiblemente sean los sectores de ingresos medios urbanos («la clase media») quienes más vieron el impacto del incremento de precios, ya que son quienes destinan una proporción mayor de sus gastos en los servicios vinculados a la medicina y la educación privadas.

No obstante, las familias trabajadoras que alquilan y viajan en colectivo también sufrieron el impacto. Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles aumentó 3,1%, a causa de la suba de alquileres y gastos comunes por la vivienda (3%). Por su parte, Transporte tuvo una suba de 3,1% y Alimentos y bebidas no alcohólicas registró una suba de 1,6%.

A nivel nacional el relevamiento que realiza el Banco Central (Relevamiento de Expectativas de Mercado) anticipó una previsión de 1,8% para junio a nivel nacional, en base a la estimación de 40 consultoras.

El gobierno viene sosteniendo como ancla de precios la contención relativa del dólar (que en los últimos días se recalentó y llegó a rozar los $1.300) en base a un mega endeudamiento de Caputo y gracias al préstamo millonario del FMI a Milei en abril de este año, sumado a una elevada tasa de interés para evitar que los pesos se vayan a dólares (aplastando el crédito y empeorando la situación financiera de familias y pequeños comercios).

Sin embargo, Caputo y Milei no logran acumular reservas, se agrava el déficit de cuenta corriente que ya suma 12 meses consecutivos y con el levantamiento parcial del cepo se abrió la canilla de la fuga de capitales. El objetivo del gobierno es llegar a octubre con este esquema, y luego se abre la posibilidad de una nueva devaluación que licuará los ingresos. Las dudas sobre la sostenibilidad del esquema actual cada vez son mayores.

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