El romero es una planta que se destaca por su fragancia y su uso en la cocina, pero también posee un fuerte valor simbólico que hay que conocer. De acuerdo al Feng Shui, esta hierba tiene cualidades energéticas que ayudan a limpiar los espacios y atraer buenas vibras al hogar. Lo importante no es solo tenerla, sino colocarla en el sitio correcto para aprovechar al máximo su poder.
Según esta antigua práctica china, el lugar donde se ubican las plantas influye directamente en su efecto energético. En el caso del romero, se sugiere colocarlo cerca de la puerta de entrada o en el recibidor. Allí funciona como un escudo natural ante las energías negativas que pueden entrar al hogar y deja pasar solo aquellas que son positivas.
Además de la entrada, el romero también puede ubicarse en la cocina o en balcones orientados al frente de la casa. Esta planta necesita luz solar y un buen drenaje para mantenerse saludable, pero desde la mirada del Feng Shui, también debe situarse en sectores del hogar que estén vinculados a la salud, la protección y el desarrollo personal.
El Feng Shui tiene objetivo principal armonizar los espacios para mejorar la energía vital (Chi) y, con ello, el bienestar de las personas que los habitan. Esta antigua disciplina china no es solo una cuestión estética o decorativa, sino una herramienta que busca crear ambientes equilibrados, saludables y propicios para la prosperidad, la salud, el amor y la paz mental.
Al ordenar y distribuir los espacios de manera armónica, se promueve la circulación fluida de la energía. Esto puede influir positivamente en el estado de ánimo, el descanso, la concentración y el nivel de estrés de las personas, según quienes practican este conocimiento en sus hogares.
El Feng Shui también ayuda a identificar las zonas relacionadas con la salud, el dinero, las relaciones y la creatividad para potenciarlas a través de colores, elementos y ubicaciones estratégicas.
Según esta filosofía, cuando el flujo energético es el adecuado, se favorece el ingreso de nuevas oportunidades laborales, económicas o personales. Un espacio equilibrado es más propicio para el éxito y la toma de decisiones acertadas.