En un reciente artículo publicado por la OST1, un grupo de la ciudad de La Plata constituido a partir de la más reciente escisión del Nuevo Mas, polemiza con las definiciones y política de nuestra Liga Internacional Socialista (LIS) en torno a la guerra en Ucrania, pero lo hace de manera deshonesta recurriendo a falsedades y parcialidades ¿Estamos ante una “nueva” organización que repite viejos vicios en la izquierda? A continuación, compartimos nuestra posición.
El artículo mencionado pretendió balancear el encuentro de París entre grupos y partidos de la izquierda internacionalista los pasados 16, 17 y 18 de mayo. Al desarrollar las polémicas sobre la guerra en Ucrania, el grupo platense escribió una crítica acertada contra el partido italiano Lotta Comunista que, apoyado en su definición de uniformidad capitalista global, impulsa equivocadamente el derrotismo revolucionario, desconociendo el carácter semicolonial de Ucrania en particular y la existencia de países oprimidos en general2.
Pero al referirse a la posición de la LIS abandona la honestidad intelectual y recurre a la falsificación, al recorte parcial y realiza afirmaciones superficiales. Circunscribimos nuestra crítica a tres elementos de su artículo:
a) El carácter de la guerra en Ucrania y la política de los revolucionarios.
b) Sobre la resistencia del pueblo ucraniano y la cuestión nacional.
c) La verdadera polémica entre la OST y la LIS: el envío de armas y ayuda financiera a Ucrania.
La guerra en Ucrania: la lucha por la autodeterminación en medio de las disputas interimperialistas
En su artículo la OST comienza con una falsedad al afirmar que “…como error simétrico opuesto y unilateral se encuentran corrientes como la LIS (MST-Argentina) y el PCL de Italia que sólo ven la guerra enfocada en la ocupación de los territorios por parte de Rusia y por lo tanto solo se trataría de una guerra de opresión nacional, lo que desprende como principal la tarea de impulsar la resistencia ucraniana contra la ocupación incluso dándole la bienvenida a todo tipo de apoyo internacional en relación a dinero y armas”.
Para luego definir falsamente que la nuestra es “una posición que no reconoce lo que la anterior posición [se refiere a la postura de Lotta Comunista] ubica como único enfrentamiento: la presencia abrumadora de la OTAN y EEUU en la comandancia política, económica y militar al interior del Estado ucraniano”.
Pero ¿cuáles son verdaderamente la caracterización y política de la LIS?
En la ponencia presentada en dicho evento desde la LIS afirmamos: “La negociación en curso sobre Ucrania desenmascara tanto a la OTAN como a Rusia, revelando los intereses puramente imperialistas de ambos. También expone a Zelensky y la cobarde burguesía ucraniana, dispuestas a entregar país y pueblo para negociar parte de su riqueza. Revela que los únicos amigos del pueblo trabajador ucraniano somos los revolucionarios y los pueblos del mundo que apoyamos desde el inicio al pueblo ucraniano y su resistencia contra la invasión rusa y la injerencia de todo imperialismo”3.
Como podrá observar el honesto lector, en abril de 2025, la LIS afirmaba la existencia de intereses imperialistas -del imperialismo occidental como de Rusia- sobre Ucrania. Más aún, nuestra caracterización reconoce que “…la guerra combina dos procesos. Por un lado, la invasión de una potencia imperialista a un país semicolonial o intermedio que ha oprimido históricamente, y la justa resistencia del pueblo ucraniano en defensa de su autodeterminación y soberanía. Por otro lado, una intensificación concentrada de la lucha interimperialista entre la OTAN y Rusia, que buscan promover sus respectivos intereses imperialistas a costa de las vidas de los trabajadores ucranianos y rusos”. Esta cita puede encontrarse en la declaración conjunta en el segundo aniversario de la guerra, suscrita por la LIS, la Oposición Trotskista Internacional y la Liga por la Quinta Internacional (L5I). En el mismo texto se menciona con claridad nuestra política: “…defender una solución justa y democrática a la guerra: Rusia fuera de Ucrania, OTAN fuera del Este europeo y derecho a la autodeterminación de Crimea y las regiones del Donbas. Esto debe vincularse a la perspectiva a largo plazo de una Ucrania socialista independiente, ya que ninguna otra salida traería una paz justa y duradera”.
Asimismo, el compañero Oleg Vernik, presidente del Sindicato Independiente de Ucrania Zakhist Pratsi y dirigente de la Liga Socialista de Ucrania (LSU) sintetizó en estas consignas la intervención de la sección de la LIS en ese país: “¡No a las ‘negociaciones’ inter imperialistas entre EE. UU. y Rusia a espaldas de Ucrania!, ¡Ninguna confianza en los países imperialistas occidentales y sus bloques, que en esta guerra persiguen exclusivamente sus propios intereses!, ¡Viva la resistencia del pueblo ucraniano a la agresión imperialista rusa!, ¡Viva el derecho del pueblo ucraniano a la autodeterminación y a su propio desarrollo independiente!, ¡Viva la solidaridad internacional de los trabajadores!”.
Si la OST se dispone a polemizar en serio sobre el carácter de la guerra en Ucrania y la política de los revolucionarios en ella, francamente esa polémica no es contra la LIS, ya que tenemos posiciones claras y, en cierta medida, convergentes con las de este grupo de La Plata. Sin embargo, la búsqueda tenaz de contradicciones donde no existen demuestra que sí existe una polémica, aunque solapada -no sobre el carácter de la guerra, sino sobre el envío de armas a Ucrania-, aspecto que desarrollaremos más adelante.
Sobre la resistencia del pueblo ucraniano y la cuestión nacional
La OST escribe que: “Algunos enfoques objetan nuestra posición porque dicen que «no hay resistencia obrera y popular» en Ucrania (…) Pero en esta objeción se mezclan determinaciones de carácter objetivo, como la relación de opresión nacional, con determinaciones de carácter subjetivo, como el estado actual de conciencia política, disposición a la lucha de clases y al enfrentamiento con la invasión militar. Y se termina desechando un elemento estructural por la ausencia de un desarrollo subjetivo, lo que evidentemente es un error de análisis político de importancia” (las negritas son nuestras).
Reconocemos que esta organización aborda este aspecto desde una posición teórica correcta, pero realiza afirmaciones ligeras y equivocadas partiendo del desconocimiento de las corrientes que actúan en Ucrania. La OST afirma que no existe resistencia obrera y popular a la invasión rusa en Ucrania, desconociendo que se han enlistado voluntariamente miles de obreros para combatir en el frente y que actúan sobre la clase trabajadora organizaciones clandestinas o semiclandestinas -por las condiciones impuestas por el régimen de Zelenski-, como es el caso de nuestra LSU.
Te puede interesar: Campaña de solidaridad internacional: voces desde Ucrania
El desconocimiento y distancia revelados por la OST en sus ligeras afirmaciones sobre la ausencia de una resistencia obrera y popular ucraniana explica la poca seriedad con la que googlea las posiciones políticas sobre la guerra y ensaya una salida totalmente abstracta o ingenua para la guerra. Para esta organización se trata de apoyar a Ucrania ¡pero oponiéndose al envío de dinero o armas! Que la clase obrera ucraniana se disculpe con la OST por pretender defenderse de la segunda potencia militar del mundo, que desde hace tres años la invade, con algo más que declaraciones escritas desde La Plata.
La verdadera polémica de la OST es contra Trotsky
Como vimos, en las caracterizaciones de la guerra en Ucrania los compañeros de la OST no presentan verdaderas polémicas; la afirmación de dicha organización sobre la ausencia de resistencia obrera y popular en Ucrania es superficial y fue desmentida; queda ahora abordar la verdadera polémica existente: la posición de nuestras organizaciones respecto al envío de armamento o ayuda económica a Ucrania. Esto escribió la OST:
● “…sólo ven la guerra enfocada en la ocupación de los territorios por parte de Rusia y por lo tanto solo se trataría de una guerra de opresión nacional, lo que desprende como principal la tarea de impulsar la resistencia ucraniana contra la ocupación incluso dándole la bienvenida a todo tipo de apoyo internacional en relación a dinero y armas…”.
● “…Como señaló durante la confederación uno de los postulantes de esta posición [se refiere a la posición de la LIS]: «no podés estar a favor de la independencia de Ucrania y rechazar el envío de armas de EEUU», quedando, en la práctica, del lado de la política del rearme militar de los Estados capitalistas de toda Europa”. (Las negritas de ambas citas son nuestras).
Ésta es una polémica solapada, ya que en su artículo jamás se indica con claridad cuál es su postura respecto al envío de armamento o ayuda económica a Ucrania. Quienes suscriben su artículo pasean por distintos temas pero nunca llegan al punto. ¿La OST está de acuerdo o en desacuerdo con el envío de armas a Ucrania? ¿Cómo pretende apoyar la resistencia ucraniana oponiéndose al envío de armamento y ayuda económica?
Lamentamos informarle a la OST que, si ésta es su verdadera confrontación política con la LIS, está eligiendo de adversario al mismísimo legado de Trotsky, pues fue él quien, tras la invasión del imperio japonés a China en 1937, con fuerte influencia del imperialismo norteamericano a favor de China, no dudó en qué política debían tener los revolucionarios:
“…En mi declaración a la prensa burguesa dije que todas las organizaciones obreras chinas tienen el deber de participar activamente en primera línea en la guerra contra Japón, sin abandonar por un instante su programa y actividad independientes (…) Chiang Kai-shek4 es el verdugo de los obreros y campesinos chinos. Pero hoy se ve obligado, contra su voluntad, a luchar contra Japón por lo que resta de la independencia china. Puede que mañana vuelva a traicionar. Es posible. Es probable. Hasta es inevitable. Pero hoy está luchando. Sólo los cobardes, imbéciles totales o canallas, pueden negarse a participar en esa lucha (…) ¿Pero puede Chiang Kai-shek garantizar la victoria? No lo creo. Sin embargo, él inició la guerra y él la dirige hoy. Para reemplazarlo es necesario ganar una influencia decisiva en el proletariado y el ejército, y para ello es menester no quedar suspendido en el aire, sino meterse en la lucha. Debemos ganar prestigio e influencia en la lucha militar contra la invasión extranjera y en la lucha política contra las debilidades, las deficiencias y la traición internas” (las negritas son nuestras).
En la misma misiva el revolucionario ucraniano escribió sobre la política durante la revolución china de 1925-1927 y afirmó: “Jamás negamos la necesidad de un bloque militar del partido comunista y el Kuomintang. Por el contrario, fuimos los primeros en proponerlo. Exigimos, sin embargo, que el partido comunista mantuviera su independencia política y organizativa, es decir, que tanto en la guerra civil contra los agentes locales del imperialismo como en la guerra nacional contra el imperialismo, la clase obrera, a la vez que permanecía en el frente de la lucha militar, preparara él derrocamiento político de la burguesía”.
Finalmente, sentencia su intercambio epistolar disparando: “Los imbéciles eiffelistas5 tratan de bromear con esta ‘reserva’. ‘Los trotskistas [dicen] quieren servir a Chiang Kai-shek en la acción y al proletariado en las palabras’ (…) Al participar en la lucha militar bajo las órdenes de Chiang Kai-shek, puesto que desgraciadamente él tiene el mando de la guerra por la independencia, nos preparamos políticamente para el derrocamiento de Chiang Kai-shek esa es la única política revolucionaria”6.
Asimismo, lo siguiente nos legó Trotsky en su famoso Aprendan a pensar7:
“…Supongamos que mañana estalla una rebelión en la colonia francesa de Argelia bajo la bandera de la independencia nacional y que el gobierno italiano, motivado por sus propios intereses imperialistas, se prepara para enviarle armas a los rebeldes. ¿Cuál debe ser la actitud de los obreros italianos en este caso? Intencionalmente he tomado un ejemplo de rebelión contra un imperialismo democrático con la intervención a favor de los rebeldes de un imperialismo fascista. ¿Deben los obreros italianos evitar el envío de armas a los argelinos? Dejemos que los ultraizquierdistas se atrevan a contestar afirmativamente esta pregunta. Cualquier revolucionario, junto con los obreros italianos y los rebeldes argelinos, repudiarían tal respuesta con indignación. Aunque al mismo tiempo estallase una huelga general marítima en la Italia fascista, los huelguistas deberían hacer una excepción en favor de aquellos barcos que llevasen ayuda a los esclavos coloniales en rebelión; de otra forma no serían sino viles sindicalistas, no revolucionarios proletarios” (las negritas son nuestras).
En nuestro análisis frente a la agresión imperialista rusa tomamos los aprendizajes legados por Trotsky, quien en la guerra chino-japonesa arriba mencionada propuso una política de lucha de las masas chinas contra la invasión imperialista japonesa, sin renunciar a su programa político y su independencia organizativa de clase. Él conocía que las fuerzas imperialistas occidentales estaban totalmente involucradas en este conflicto y en diferentes momentos brindaron ayuda financiera, militar, política y diplomática a los nacionalistas chinos contra Japón. Entre ellos se encontraban los Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia.
Como lo hemos indicado con anterioridad, “…desde la LIS nunca nos hemos sumado al pedido de armas al imperialismo occidental y nos oponemos a la carrera armamentista que se ha desatado en el mundo, pero tampoco hemos apoyado las acciones de boicot al envío de armas a Ucrania impulsadas por los amigos de Putin (…) Desde un principio hemos apoyado el derecho del pueblo ucraniano a defenderse de la invasión de su territorio con todos los medios a su alcance. Hemos exigido la retirada incondicional del ejército ruso, la disolución de la OTAN y la retirada del imperialismo occidental de todo el este europeo. Y en el terreno hemos levantado una política independiente de Zelensky y alertado sobre las intenciones colonialistas de las fuerzas de la OTAN”8.
A los compañeros y compañeras de la OST les decimos: siempre es bienvenido el intercambio polemista, que muchas veces permite esclarecer posiciones, invita a la reflexión y a las autocríticas. Pero humildemente recomendamos que lo construyan con base en las verdaderas posiciones expresadas por las organizaciones que elijan para librarlo. De lo contrario, como en este caso, corren el riesgo de caer en una delimitación sin bases sólidas, quizás reflejando la búsqueda de una identidad política propia aún en proceso.
- “Conferencia de París: Balance y debates de un mundo en crisis”, publicado en la web de la OST, 08 de junio de 2025.
↩︎
- No es objeto de este artículo abordar una polémica con las definiciones de Lotta Comunista, para lo cual remitimos al lector a la web de la sección italiana de la LIS.
↩︎ - “¿Nuevo orden mundial o más desorden?” publicado el 04/04/25 en www.lis-isl.org
↩︎ - Militar chino burgués y dirigente del partido Kuomintang. Encabezó la represión contra la revolución china de 1925-1927, luego la defensa tras la invasión imperialista japonesa. Tras el triunfo de la revolución china de 1949 huyó y se convirtió en el dictador de Taiwán hasta su muerte.
↩︎ - El término eiffelistas es en referencia a los seguidores de Paul Eiffel, líder de un pequeño grupo que apoyó el derrotismo bilateral para la Guerra Civil Española y por la guerra de Japón imperialista contra China semicolonial. ↩︎
- “La guerra chino-japonesa”, León Trotsky, 27 de octubre de 1937.
↩︎ - “Aprendan a pensar”, León Trotsky, 22 de mayo de 1938.
↩︎ - 2° Congreso de la LIS: Documento sobre la situación mundial ↩︎