Un violento choque múltiple ocurrió este sábado a la madrugada en el barrio porteño de Almagro, cuando un auto que circulaba a altísima velocidad embistió a tres vehículos estacionados sobre la calle Medrano, en la cuadra previa a la intersección con Humahuaca. El siniestro no dejó heridos, pero los daños materiales fueron considerables.
Según informaron en C5N, el vehículo era conducido por un grupo de tres jóvenes de entre 20 y 25 años, quienes avanzaban a gran velocidad por la zona, presuntamente sin respetar las normas de tránsito ni medir las consecuencias de su accionar. Al parecer, perdieron el control del rodado y terminaron colisionando con una serie de autos particulares que estaban correctamente estacionados.
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Las imágenes que circularon en redes sociales y medios de comunicación reflejan la violencia del impacto: los tres autos impactados sufrieron destrozos de gran magnitud, con paragolpes desprendidos, vidrios rotos, y daños en la carrocería que podrían requerir reparaciones de alto costo.
Lo más alarmante, sin embargo, fue lo que sucedió después del choque: los ocupantes del auto que provocó el desastre huyeron corriendo del lugar, abandonando la escena sin brindar asistencia ni dar explicaciones. Con un nivel de irresponsabilidad extrema, parecieron sentirse por un momento como Franco Colapinto, pero en lugar de quedarse a enfrentar las consecuencias de sus “maniobras”, decidieron escabullirse entre las sombras de la madrugada.
Testigos que se encontraban en la zona reportaron la fuga a las autoridades, que ya estarían trabajando con las cámaras de seguridad para identificar a los involucrados. Hasta el momento, no trascendieron detalles oficiales sobre su paradero.
Horas más tarde, un familiar de uno de los jóvenes implicados se presentó en el lugar del accidente para dialogar con los vecinos y comenzar con los trámites correspondientes con los damnificados. Sin embargo, eso no alcanzó para calmar el enojo de los propietarios de los autos destruidos, quienes no solo se encontraron con sus vehículos destrozados al salir de sus casas, sino que tampoco recibieron una disculpa directa de los responsables.
La policía se acercó al lugar del hecho para realizar las pericias correspondientes y tomar testimonios. Por el momento, la causa quedó caratulada como “daños”, aunque podría haber derivaciones judiciales más graves si se comprueba que hubo consumo de alcohol o conducción temeraria.
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