Recién termina de presentar su campaña para las elecciones del 18 de mayo en la ciudad de Buenos Aires. Antes de hablar con LA NACION, se apura a sacarse una selfie que ella misma le pide al gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, que vino especialmente a darle su apoyo en esta jornada y que se está por ir. Lucille “Lula” Levy tiene 29 años, es contadora y licenciada en Administración, tiene larga data en la militancia universitaria y es la apuesta de Evolución, el espacio de Martín Lousteau, para la Ciudad.
Es firme cuando habla pero también tiene la timidez de una recién desembarcada en una política nacional que está exacerbada. Pese a los esfuerzos de los principales espacios, pide no nacionalizar la elección y salir del “barro”. En menos de un mes, el objetivo de su equipo de campaña es lograr un mayor conocimiento entre los porteños.
Levy se planta como opositora, tanto al gobierno porteño como a la administración nacional: dice que a Jorge Macri los problemas “le pasan por el costado” y que el presidente Javier Milei aplica políticas de “crueldad”.
En eso, promete estar los cuatro años de mandato en la Legislatura y les llama la atención a sus competidores. “Me gustaría saber si todos asumen el mismo compromiso”, dice ante una pregunta de LA NACION, debido a la cantidad de figuras que son cabeza de lista de los otros espacios.
-¿Cuál sería para vos un buen resultado en esta elección? Adorni, por ejemplo, dijo que “perder por un punto con Santoro sería un resultado excelente”.
-Mirá, somos tan nuevos, realmente, es tan la primera vez, que no tenemos ni idea para dónde puede dispararse. Sí sabemos que contamos con una desventaja, entre comillas, que es el nivel de conocimiento. Hoy competimos con alguien que fue ocho años jefe de Gobierno y ocho años jefe de Gabinete, excandidatos a presidentes, a jefes de Gobierno, diputados nacionales actuales… La diferencia es muy grande, para lo bueno y para lo malo, también. A la hora de competir en un cuarto oscuro está claro que nuestro nivel de conocimiento no es tan alto como el de los otros candidatos. Pero sí estamos muy convencidos con las ideas que venimos a traer y con el compromiso de estar cuatro años en la Legislatura. Porque es un laburo de cuatro años, en donde hay que estar y me gustaría saber si todos los candidatos están asumiendo el mismo compromiso. Ojalá que sí.
-¿Creés que va a haber candidaturas testimoniales?
-No lo sé con certeza, pero por esto que se estuvo hablando de las candidaturas testimoniales, esperamos que vengan con un compromiso real de entrar a la Legislatura y que no se maree a la gente con quién gana, quién pierde, porque no es una elección a jefe de Gobierno.
-¿Vos te comprometés a estar los cuatro años?
-Sí, obvio.
-Si tenés que dar una definición de Jorge Macri y otra de Javier Milei, ¿qué dirías?
–En Jorge Macri vemos mucha indiferencia, los problemas le pasan por el costado. Y en Milei, mucha crueldad. Lo vimos con la universidad pública. También a algunos de esta lista nos tocó estar en el proceso de las marchas universitarias del año pasado, que justo ayer se cumplió un año, casualmente. Crueldad con la universidad pública, con los jubilados… No comparto muchas de sus políticas. Aun así, por supuesto que entiendo que representa el descontento de toda una sociedad. Está claro eso.
-¿Tu referente hoy es Martín Lousteau o tenés algún otro dirigente que te inspire para esta nueva etapa con la candidatura?
-En Evolución, Lousteau es un referente muy importante. Pero también está Maxi Pullaro, que vino hoy a acompañar, a colaborar, a darnos su visión… y poder copiar lo bueno, ¿no? Eso es lo importante: el ejemplo de que cuando se hacen políticas en serio, con el foco en la gente, los resultados se ven.
-Al respecto del último mensaje que dio Lousteau hoy en el escenario, sobre que ustedes eran una nueva generación que no se metía en el barro de la política, ¿qué desafío te implica hablarles a los jóvenes de ahora, en los que tiene una fuerte presencia La Libertad Avanza?
-No sé si puntualmente es así. Hace falta una mirada real y eso es lo que nosotros vinimos a plantear hoy: propuestas en serio. No nos tomamos este resultado como una lucha de poder, como un negocio. Lo nuestro es totalmente diferente, tiene que ver con los porteños. Y el mensaje que dio Lousteau al final creo que fue ese, que esta es una nueva generación que tiene cercanía con la gente, que vivimos la Ciudad, sus problemas. No es que nos cuentan; lo vivimos todos los días en materia de educación, de seguridad, de vivienda, de alquiler… Yo alquilo, de hecho. Nuestra lista está conformada por eso: perfiles educativos y territoriales que tenemos ganas de verdaderamente hacer un cambio profundo. En la educación queremos impulsar una ley que ordene y que le devuelva el sentido a la escuela. Sabemos que no es algo marketinero, no es una gran maqueta, pero es algo importante y nosotros en esa agenda nos vamos a enfocar.
-Diste un salto ahora a la escena nacional, más allá de que tenías años de militancia universitaria, ¿era algo que te pesaba tener que meterte en ese “barro de la política”?
-Sí, es difícil, obviamente, entrar en este clima de campaña en el que claramente vemos que hay una lucha de poder, hay duelo de motosierras, hay de todo en este escenario electoral. (Se ríe). Es difícil, no te voy a mentir. Pero estamos convencidos, convencidos de venir a plantarnos también en este sentido.
-Dijiste que pretendés eliminar el ABL para las personas que paguen menos de un millón de pesos de alquiler, ¿buscás plantarte de una manera distinta a cuando normalmente se habla de reducir cargas?
-Sí. Nosotros vemos que muchos problemas están enganchados con otros. Y el ABL es un impuesto que creemos que se puede sacar. Si decís “lo que deja de recibir la Ciudad [si se elimina]”, bueno, que gasten menos en publicidad. Porque hoy el ABL es un impuesto caro que también dificulta a la hora de alquilar, porque es un gasto más que tenés que pagar. Encima, no tenemos ni alumbrado, ni barrido, ni limpieza, porque no lo vemos plasmado en resultados.
-¿Qué esperás para lo que queda de la campaña?
–Espero que en la agenda se ponga el centro en la Ciudad y que no siga nacionalizada. Tenemos ganas de debatir sobre educación, seguridad… Y que la gente nos pueda acompañar y apostar por una nueva generación que viene justamente a hacer algo diferente a lo que venimos viendo hace 20 años: las mismas caras, las mismas políticas y los mismos problemas.
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