sábado, 19 abril, 2025

Rehbinder, sobre Estados Unidos: El índice de confianza del consumidor bajó la nivel de hace 46 años

La confianza del consumidor estadounidense se desplomó a su nivel más bajo desde la era de Reagan, reflejo de una economía marcada por la incertidumbre y las señales confusas del gobierno.

Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con el periodista Henrik Rehbinder, quien comentó que la semana pasada “se reportó el índice de confianza del consumidor que bajó al nivel de 46 años”.

La cifra marca un retroceso histórico comparable solo con los años de transición entre Carter y Reagan, un periodo de fuerte crisis económica. Sin embargo, la situación actual se distingue por haber emergido sin un detonante claro, como sí ocurrió entonces.

La caída en menos de 100 días de Trump fue notable. En solo tres meses, pasamos de una economía confiable a un escenario donde lo único que hay enfrente es inflación”, subrayó Rehbinder.

Inconsistencias estratégicas y caos planificado

La incertidumbre tiene nombre y apellido. Para Rehbinder, las decisiones económicas del expresidente Donald Trump se basan en una estrategia de caos. “Hay una teoría de la incoherencia estratégica desde la administración, frente a las tarifas, que confunde a Wall Street”, explicó. Esa falta de claridad también afecta al empresario pequeño y, sobre todo, al consumidor promedio.

El consumidor escucha todo esto y, aunque todavía no ve el impacto directo de las tarifas, siente una gran inquietud por lo que puede venir”, señaló.

El método Trump: caos como herramienta

Esa es la estrategia de Donald Trump: el caos”, afirmó sin rodeos. Rehbinder explicó que el exmandatario juega a la imprevisibilidad, lo que en muchos casos descoloca tanto a mercados como a gobiernos. “No se sabe mucho cuando él está hablando en serio, cuando está troleando solo y cuando está en el medio”, opinó.

El caos es su lenguaje habitual: “Él opera básicamente en su universo y la gente que lo rodea es la que paga los platos rotos”. En el caso de las tarifas a China, esta dinámica se vuelve aún más evidente. Un día se amenaza con aranceles a los iPhones, al siguiente se cambia por microchips, y así sucesivamente. “Trump está sentado al lado del teléfono esperando que lo llame Xi, y Xi no lo va a llamar”, remató.

La bolsa, una montaña rusa

Las inconsistencias del discurso oficial también afectan al mercado financiero. “Cuando hay cambios de 5 u 8%, y se pierden miles de millones de dólares en el mercado, hay gente que gana mucho y hay gente que pierde mucho”, advirtió. Aunque Trump celebró una subida de mil puntos en el Dow Jones, olvidó que previamente la bolsa había caído esa misma cantidad.

Para Rehbinder, los movimientos bursátiles actuales no se deben tanto a ajustes financieros sino a la incertidumbre reinante. Wall Street estima que el índice Dow Jones podría estar sobrevalorado hasta en un 20%.

El impacto latente en los productos chinos

Respecto al comercio con China, el periodista explicó que aún no se sienten plenamente los efectos de las tarifas. “Hoy no se está viendo el impacto todavía”, aseguró, citando reportes del puerto de Los Ángeles, uno de los principales puntos de entrada de productos asiáticos a EE.UU., donde no se han registrado alteraciones significativas en los envíos.

Sin embargo, advirtió que la situación podría cambiar pronto: “En China hay almacenamiento grande, están congelados y esperando millones de productos”. Si esta cadena de suministro se ve afectada, es probable que comiencen a faltar productos y suban los precios. “Prácticamente un tercio de los productos que se usan acá vienen de China o tienen alguna parte hecha allá”, concluyó.

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