miércoles, 19 marzo, 2025

Se debate en Diputados el DNU que habilitaría un acuerdo con el FMI

Con un Congreso blindado por una nueva protesta de los jubilados, la Cámara de Diputados comenzó el debate del decreto de necesidad y urgencia (DNU) que habilita al Gobierno a sellar un acuerdo de refinanciamiento de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El oficialismo logró abrir el recinto con el apoyo de Pro, la UCR, la Coalición Cívica, Innovación Federal, parte de Encuentro Federal, un puñado de los radicales de Democracia y el apoyo de los diputados aliados los gobernadores. La sesión se desarrolla con fuertes cruces entre la oposición y el presidente de la Cámara, Martín Menem, a quien varios legisladores lo incomodaron por la filtración de unos supuestos audios en los que pide a la bancada oficialista “hacer quilombo”.

La sesión especial comenzó a las 10.24, con 130 legisladores. Transcurrirá a la par de una nueva movilización que fuerzas opositoras y de izquierda convocaron frente al Congreso en defensa de los jubilados. En la sesión los libertarios esperan validar el DNU con el apoyo de los bloques aliados y de los gobernadores afines; con esta aprobación buscarán garantizar su vigencia, neutralizando al kirchnerismo y la posibilidad de voltearlo en el Senado. La izquierda pidió un cuarto intermedio hasta que se levante el operativo policial. El pedido fue rechazado.

El oficialismo apunta a una sesión exprés. Pretende interrumpir el debate a las 15 con una moción para apurar la votación. Lo anticipó Martín Menem en labor parlamentaria y el kirchnerismo adelantó su disconformidad. También lo hizo Miguel Ángel Pichetto, quien abandonó la cumbre antes de que termine. “Esté esquema de ninguneo es permanente y tiene que cambiar”, dictaminó el jefe de Encuentro Federal.

“No queremos achicar el debate de un tema tan sensible”, dijo Germán Martínez en el recinto. “La última sesión terminó en un escándalo, con diputados trompeando y llevando por la fuerza a otro diputado fuera del recinto. Hoy se sientan acá fingiendo demencia”, sumó. Y anticipó: “Queremos plantear los temas que usted no dejó tratar porque levantó la sesión: el emplazamiento de las comisiones para debatir la derogación de las facultades delegadas al Presidente, la moratoria previsional y la ratificación autoridades de la Comisión de Juicio Político”. Cecilia Moreau, al lado de Martínez, le dijo a Menem, a los gritos: “No me pelotudees”.

Germán Martínez y Cecilia Moreau tuvieron un duro cruce con Menem; «no me pelotudees», le gritó Moreau al presidente de la CámaraFabián Marelli

La última sesión, en la que la oposición logró impulsar la investigación del caso $LIBRA, el bloque de La Libertad Avanza quedó cercado por su propio caos. Diputadas oficialistas y libertarios disidentes quedaron envueltos en una trifulca en pleno recinto: hubo piñas, forcejeos y gritos. Esta mañana, esas fisuras volvieron a aparecer.

Rocío Bonacci y Marcela Pagano, las díscolas de la bancada oficial, se rehusaron a dar quorum. Aparecieron después de iniciada la sesión y saludaron a parte de sus compañeros. Minutos antes de que se abriera el recinto, el presidente de la Cámara hizo una arenga a través del grupo de whatsApp que comparte con su tropa. Fue un mensaje que buscó anticiparse a cualquier imprevisto y evitar un revés. “Es la sesión más importante de los últimos 20 años. Dientes apretados en todo momento. No bajemos la guardia”, exigió. En el audio difundido por radio 10 en el programa Argenzuela, Menem pide a sus Diputados que griten, interrumpan y hagan “quilombo”.

Cerca del titular de Diputados no desmintieron esta conversación. En diálogo con LA NACION, señalaron que se trató de ordenar al bloque para evitar un traspié como el que protagonizaron en la sesión pasada. “Tienen que estar todos sentados”, indicaron. “Fue una arenga futbolera”, sumaron.

Pagano no se quedó callada. Desde abril pasado reclama para sí la presidencia de la Comisión de Juicio Político, pero Menem la desconoce. Con el escándalo cripto en el centro de la escena, es un órgano clave que el kirchnerismo pretende activar para impulsar su propio proyecto contra el Presidente. Fue el núcleo de la discordia hace siete días.

La diputada oficialista Marcela Pagano le habla con un megáfono a Martín MenemFabián Marelli

“Usted no tiene facultades para desconocer comisiones”, le dijo Pagano a Menem. “A mi me reconocieron en un acta y yo no voy a ir contra las instituciones. Ese acta tiene validez y si usted considera que no, sométalo al pleno. Usted esta haciendo un exceso en el uso de sus facultades”, señaló la diputada libertaria mientras Menem trataba de frenar su intervención con un “Gracias”. “No me interrumpa porque interrumpir al orador es de fascista”, concluyó la experiodista. Inmediatamente después, sacó un megáfono. “No les tengo miedo, no me van a callar”, gritó. Lilia Lemoine, la fuerza de choque de Javier Milei en el Congreso, la filmaba con su celular.

El debate

El kirchnerismo y la izquierda anticiparon su rechazo al DNU 175 firmado por Milei. Se oponen a la herramienta utilizada por el Gobierno para habilitar un acuerdo con el FMI y solicitan que se respete la “Ley Guzmán”, que exige una ley para nuevas tomas de deuda en moneda extranjera. Objetan, además, la falta de detalles sobre lo que se firmará con el organismo de crédito internacional.

“¿Cuánto es el monto de esta deuda?. No saben. Ni el monto, ni el costo, ni los intereses. Tampoco los activos de la argentina que van a estar en juego», subrayó Vanesa Siley, de Unión por la Patria.

Nicolás del Caño, de la Izquierda, destacó la falta de información, pero fue más allá: acusó al Gobierno de liquidar reservas “para sostener el tipo de cambio”. “Están patoteando para acordar con el FMI. [Luis] Caputo es un cobarde, no vino a dar explicaciones y esto debería volver a comisiones“, señaló. Y concluyó: “Lo que estamos viendo acá es una nueva estafa”.

En la oposición dialoguista, las posiciones están partidas. Se espera que los radicales de Democracia, Encuentro Federal y la UCR no tengan una posición unificada.

Facundo Manes, referente de Democracia y quien ejerce una de las posiciones más duras dentro de su bloque, dijo que no acompañarán el DNU 175 porque lo considera «una triple irresponsabilidad“: institucional, económica y política. “La Argentina, señor presidente Milei, no necesita más fracturas. Y si realmente usted quiere un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, envíe un proyecto de ley, permita el debate. Y si es un buen acuerdo, será aprobado con argumentos y no con patotería o imposición”, sentenció

En Encuentro Federal también existen fisuras. De sus 15 integrantes, ocho rechazan el DNU sobre el FMI y otros siete lo apoyan, entre los que se encuentra el propio jefe de bancada, Miguel Pichetto. El legislador criticó que el Gobierno mandara ayer “segundas líneas” a dar explicaciones al Congreso.

“La naturaleza frágil de este decreto raya la ilegitimidad”, dijo Nicolás Massot, uno de los principales referentes económicos del bloque. “Están y estaban los votos para que una autorización de esta naturaleza saliera por ley. Hoy, que esto va a salir aprobado, va a tener una decena de votos menos, incluido el mío, que si hubiese ingresado por ley”, anticipó. Su intervención terminó con un dardo a la administración económica del Gobierno: “Tiene que existir de manera urgente un cambio en la política cambiaria. Nadie quiere que a este gobierno le vaya mal, solo ha perdido la fe por un plan cambiario que brilla por su ausencia”.

El martes por la tarde asistieron a la Comisión Bicameral de DNU cuatro funcionarios del Ministerio de Economía para explicar el decreto: el viceministro José Luis Daza, Pablo Quirno (Finanzas), José García Hamilton (secretario Legal y Técnico de Economía) y Marcelo Griffi (director del BCRA). Los representantes del Poder Ejecutivo no se salieron del libreto y no dieron detalles sobre la letra chica del acuerdo con el FMI, al argumentar que todavía no está cerrado.

La sesión tuvo un comienzo torcido. La mayoría de las cuestiones de privilegio del kirchnerismo y la izquierda recordaron el accionar de las fuerzas policiales la semana pasada así como el papel de los diputados libertarios adentro del recinto. El oficialismo replicó con dureza y acusó la oposición del endeudamiento del país.

Fue llamativa la intervención del diputado Alberto Benegas Lynch, quien hizo un llamado “a la gente de bien de esta Cámara” a no responder a los agravios. Solicitó a sus colegas de bloque “estar calmos como agua de río”. “Queremos tener una sesión en paz, pero tenemos que asumir que no la vamos a tener. Tenemos que estar calmos como agua de río. Les van a decir cosas que nunca le han dicho en estas sesiones, pero es parte del deber histórico. No contestemos a los artífices de la deuda de la política cuando queremos reconstruir los equilibrios financiero y monetarios”, pidió.

Pichetto exigió al presidente de la Cámara controlar el tiempo de las intervenciones y recordó que en labor parlamentaria el oficialismo se comprometió a tener “mesura”. “Quedamos en que se llevaban la ley y no los discursos y pusieron un incendiario para provocar, traten de ubicarse, ser profesionales e inteligentes”, solicitó. Previamente, el libertario Lisandro Almirón, quien en la sesión pasada fue el que increpó a Oscar Zago por dar quorum al kirchnerismo, le pidió disculpas a su colega y terminó con un desafío a la oposición. “¿A quién más quieren que pida disculpas, caraduras? Pidan disculpas ustedes a los argentinos. Que la presidenta Cristina Kirchner venga y pida perdón de rodillas por lo que hizo. ¡Que venga Boudou, que venga Kicillof!”.

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