El legendario actor estadounidense Gene Hackman (95), ganador del Óscar por «French Connection» y «Sin perdón«, y su esposa Betsy Arakawa (63) fueron hallados sin vida en su domicilio en Nuevo México, en circunstancias que la policía describió como «sospechosas». Las autoridades informaron inicialmente que no había señales de un crimen, pero una orden de registro dijo que un detective creía que las muertes eran «suficientemente sospechosos por naturaleza como para requerir una búsqueda e investigación exhaustivas».
Los cuerpos del actor y de la pianista clásica, junto con el de un perro, fueron descubiertos en su propiedad en Santa Fe, Nuevo México, el miércoles por la tarde. El sheriff del condado, Adan Mendoza, no proporcionó una causa de muerte para la pareja, que había estado casada desde 1991, pero la hija de Hackman, Elizabeth Jean, le dijo al medio de entretenimiento TMZ que podrían haber fallecido por una intoxicación por monóxido de carbono. Sin embargo, las pruebas iniciales realizadas por el departamento de bomberos local no encontraron señales de una fuga de gas.
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En tanto, una orden de arresto obtenida por DailyMail reveló que Arakawa fue encontrada descompuesta con hinchazón en su rostro y momificación en sus manos y pies, mientras que su esposo también mostraba los mismos signos de descomposición. Este proceso puede ocurrir de forma natural cuando un cadáver permanece en un entorno con aire frío y seco, dificultando así la proliferación de bacterias. Al respecto, la región donde murieron presenta las condiciones climáticas propicias para que suceda.
El hallazgo fue realizado por los trabajadores de mantenimiento Roland Lowe Begay y Jesse Kesler. Según indicaron a los investigadores, no habían visto a la pareja durante dos semanas, lo que hace sospechar que estuvieron sin vida «durante algún tiempo». Asimismo, la puerta principal de la casa estaba abierta y no había señales de entrada forzada.
La mujer estaba tirada sobre el suelo del baño, de costado, con un frasco de pastillas con receta abierto esparcido sobre una encimera cercana y un calefactor al lado de su cabeza, que las autoridades creen pudo haberse caído. Por el momento, no se indicó qué tipo de medicamento era ni para quién había sido recetado.
Por su parte, Hackman fue encontrado en una «habitación de barro» (N. de R.: espacio de entrada en una casa, generalmente ubicado cerca de la puerta principal o trasera) junto a la cocina, según la orden judicial. El actor estaba completamente vestido, con un pantalón deportivo gris, una camiseta de manga larga de color azul y zapatillas marrones. Junto a su cuerpo se encontraron sus gafas de sol y su bastón, lo que sugiere que pudo haber muerto por una caída repentina.
Sumado a esto, uno de los tres perros de la pareja, un pastor alemán, fue encontrado sin vida a unos 3 o 4 metros de distancia de Arakawa en un armario al lado del baño, a diferencia de los reportes iniciales que indicaban que se hallaba en una perrera. En tanto, los otros dos canes resultaron ilesos. Uno de ellos estaba cerca del cuerpo de la mujer, mientras que el segundo deambulaba por la propiedad.
El legado actoral de Gene Hackman
El legendario actor Gene Hackman, ganador de dos premios Óscar, dejó una huella imborrable en la historia del cine con su talento y versatilidad. Su trayectoria de cinco décadas y más de 80 películas lo convirtieron en una de las figuras más respetadas de la industria.
Hackman ganó su primer Óscar por su interpretación del detective Jimmy «Popeye» Doyle en «French Connection «(1971), dirigida por William Friedkin. Dos décadas después, volvió a alzarse con la estatuilla dorada por su papel del sheriff «Little Bill» Daggett en «Sin perdón» (1992), bajo la dirección de Clint Eastwood.
El director Francis Ford Coppola, quien trabajó con él en «Conversación secreta» (1974), lo definió como «un gran artista, inspirador y magnífico en su trabajo y complejidad». Por su parte, el actor George Takei, de «Star Trek«, expresó en la red social X: «Hemos perdido a uno de los verdaderos gigantes del cine. Gene Hackman podía interpretar a cualquiera y podías sentir toda la vida detrás de él».
Nacido en Illinois durante la Gran Depresión, Hackman tuvo una infancia difícil marcada por el abandono de su padre a los 13 años y la trágica muerte de su madre en un incendio. A los 16 años, mintió sobre su edad para alistarse en la Marina de Estados Unidos, donde vivió momentos amargos que, más tarde, influirían en su capacidad para interpretar personajes complejos y rudos. «Las familias disfuncionales han engendrado una cantidad de muy buenos actores», admitió la celebridad en una entrevista a The Guardian en 2002.
Su camino en la actuación no fue sencillo. Se formó en el Pasadena Playhouse en California junto a Dustin Hoffman, donde ambos fueron considerados como «los menos probables de alcanzar el éxito». Sin embargo, Hackman desafió esas expectativas y se abrió paso en la industria con su talento.
Sin la bendición del atractivo físico, se valió de su talento y versatilidad, asumiendo una serie de papeles duros y ofreciendo interpretaciones reflexivas. «Yo quería actuar, pero estaba convencido de que los actores debían ser apuestos. Eso vino de los días en que Errol Flynn era mi ídolo. Salía de un teatro y me asustaba al mirarme en un espejo porque no me parecía a Flynn», afirmó en una ocasión.
Su gran oportunidad llegó con «Bonnie and Clyde» (1967), donde interpretó a Buck Barrow, el hermano de Clyde, papel que lo catapultó al estrellato. A partir de ahí, consolidó su carrera con interpretaciones memorables en películas como «Superman» (1978) y «Mississippi en llamas» (1988).
Continuó trabajando más allá de sus 70 años, protagonizando «The Heist» y «The Royal Tenenbaums» en 2001. Este último papel le merecería su tercer Golden Globe, antes del anuncio de su retiro en 2008. «De verdad, emocionalmente, me cuesta mucho verme en una pantalla«, confesó en una entrevista. «Pienso en mí mismo como alguien muy joven, y luego veo a este anciano con papada y ojos cansados», expresó.
MB / Gi