En las últimas semanas, la violencia fue noticia principal en distintas localidades bonaerenses. Uno de los casos que más resonó es el de Camila Rocha, una joven de 24 años a la que asesinaron de un disparo en el pecho, en Ingeniero Budge, para robarle la riñonera; también el de Lucas Aguilar, el delivery de Moreno que había participado en una manifestación clamando seguridad y que, días después, fue asesinado en un asalto. Estos hechos generaron repudio en las redes y manifestaciones en las calles, donde los ciudadanos se mostraron disgustados con la impunidad con la que operan los delincuentes en muchas zonas del conurbano.
En el caso de Aguilar, la conmoción fue tal que el presidente Javier Milei decidió condecorarlo post mortem, reconociendo su esfuerzo, valentía y lamentando el hecho que terminó con su vida. A estos crímenes se le suma el hallazgo de cráneos humanos en las costas de Quilmes, un hecho que todavía está siendo investigado por las autoridades. A su vez, en La Matanza, un jubilado de 78 años tuvo que defenderse con su propia arma cuando un grupo de delincuentes intentó asaltarlo. En un acto de desesperación, disparó contra los agresores, matando a uno de ellos.
Un gasto cuestionado en tiempos de inseguridad
En este contexto de violencia y desprotección, el Gobierno de provincia de Buenos Aires avanzó con una licitación pública por $216.550.000,00 para financiar festivales y ferias barriales. Este gasto, que será debitado del presupuesto del Ministerio de Desarrollo Social, incluye la contratación de artistas -para la realización de un show infantil con payasos, malabaristas, globología y magia-, la instalación de tarimas y estructuras, sistemas de sonido, carpas, ornamentación, merchandising, refrigerios, traslados y otros gastos generales como producción, seguros y seguridad privada.
A ello se le suma, la contratación de 2 artistas urbanos que harán un show musical «tipo ‘freestyle'»; vasos; gorras; mates y mochilas publicitarias del evento. Así como el flete para el transporte de los artefactos solicitados y el traslado de los artistas que participen en los actos.
Axel Kicillof, gobernador de provincia de Buenos Aires
De acuerdo a los documentos adjuntos en la licitación y la explicación que brindó el Gobierno bonaerense sobre este evento, esta compra responde a la realización de los «Festivales para la Juventud» y «Ferias de Economía Popular» que tiene una duración de dos meses y se ejecutan en diversos puntos estratégicos del territorio provincial, impulsando la economía de los pequeños emprendedores y comerciantes.
Pero, del otro lado, el análisis está lejos de las apreciaciones de estos últimos debido a que, la decisión de destinar una suma tan significativa a eventos recreativos, en lugar de fortalecer las políticas de seguridad, refuerza la sensación de desconexión entre Kicillof y las necesidades reales de los ciudadanos a los que debería representar.
Intendente de uno de los municipios afectados reconoce el problema
Claramente, el inconveniente no representa la realización de tales festivales, ferias o eventos culturales, sino la falta de criterio en la asignación de los recursos públicos. Teniendo en cuenta que, por ejemplo, en Moreno, municipio donde fue asesinado Aguilar, la intendente Mariel Fernández reconoció que hay escasos patrulleros recorriendo las calles debido a la falta de presupuesto.
«Estamos teniendo algunos homicidios con estas características. (Además de Aguilar) tuvimos el caso de otro chico, Pablo, un trabajador, que ya detuvimos a uno de los homicidas que es de José C. Paz. Lamentablemente, la mayoría de los hechos no son en ocasión de robo, sino que son en peleas intrafamiliares o en discusiones en la calle, y lo que notamos es que las personas están muy violentas», analizó Fernández.
Sobre este ambiente agresivo consideró que puede ser producto del «malestar» que genera «la situación económica» propiciada por Nación. Tal vez eso «hace que la gente reaccione de esta manera. Es un tema del que nos estamos ocupando, además porque nos dejaron de mandar los fondos de Seguridad, que es algo con lo que contábamos para equipar a la Policía y ahora se está haciendo cargo el municipio de todos los gastos», sostuvo seguidamente.
Mientras estos hechos de violencia son minimizados o reducidos a eventos con los que atacar a funcionarios de otras banderas políticas, los vecinos viven con miedo, muchos de ellos organizando marchas y reclamos en busca de respuestas; aunque las prioridades del mandatario bonaerense parecen estar enfocadas en cuestiones que no se corresponden con la urgencia de la situación.