Cuando una visa es cancelada por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), la situación puede generar incertidumbre y dudas. Recuperar el documento dependerá de las razones que llevaron a su anulación y de las acciones que se tomen posteriormente.
Existen diversas razones por las que CBP puede cancelar una visa, muchas de las cuales implican penalidades significativas. Entre las más frecuentes se encuentran:
Según la naturaleza de la infracción, las sanciones pueden variar desde la prohibición temporal para solicitar una nueva visa, que puede durar tres, cinco o diez años, hasta una inhabilitación permanente.
El primer paso tras la cancelación de una visa es identificar el motivo específico de la decisión. Esto es crucial para determinar si se puede solicitar un “waiver” o excepción para intentar recuperarla. Sin embargo, no todos los casos califican para esta opción.
Si la cancelación fue por razones menores, como un error administrativo, podría ser suficiente con solicitar una renovación o una nueva visa. No obstante, en situaciones más complejas, como aquellas que implican delitos graves o estadías prolongadas no autorizadas, puede ser necesario cumplir primero con el período de penalidad asignado.
Quienes deseen recuperar su visa deberán presentar una nueva solicitud en la embajada o consulado estadounidense de su país de origen.
En algunos casos, la visa cancelada incluye un sello con la inscripción “cancelado sin perjuicio” (CWOP, por sus siglas en inglés). Esto indica que la anulación no tendrá un impacto negativo en futuras solicitudes de visa.
Las razones comunes para recibir este sello son:
Cuando se recibe un sello CWOP, el procedimiento habitual es solicitar una nueva visa en la cual se corrijan los errores o se ajusten los términos requeridos.
Es importante distinguir entre una visa cancelada y una revocada. Una cancelación puede ser menos grave, ya que muchas veces ocurre por errores menores o irregularidades en el papeleo. En cambio, una revocación suele implicar que el titular utilizó la visa de manera incorrecta o que existen evidencias de intenciones contrarias a los términos y condiciones del documento.
En caso de considerar que la decisión fue injusta o errónea, es posible impugnarla. Para ello, se recomienda buscar asesoría de un abogado de inmigración experimentado, quien podrá orientar sobre las opciones legales disponibles y representar al afectado ante las autoridades migratorias.
Un abogado también puede ayudar en la preparación de la nueva solicitud de visa, asegurándose de que se cumplan todos los requisitos y se presenten los documentos necesarios.
En ciertos casos, el gobierno estadounidense puede reinstaurar una visa o emitir una nueva. Esto dependerá de la gravedad del motivo original y de la evidencia presentada para demostrar que el solicitante no representa un riesgo migratorio.
Según el estudio de Shihab Burke, firma de abogados especializada en inmigración, muchas de las personas que enfrentan problemas con sus visas permanecen elegibles para obtener una nueva o ingresar nuevamente a Estados Unidos. Esto enfatiza la importancia de actuar con prontitud y buscar ayuda profesional cuando sea necesario.