La Paz, 13 ene (EFE).- Los sectores afines al expresidente de Bolivia Evo Morales (2006-2019) que marcharon durante cuatro días por el Altiplano arribaron este lunes a La Paz con reclamos al Gobierno de Luis Arce para que resuelva la «crisis económica» y cese lo que consideran una «persecución política» contra sus «líderes».
La movilización partió en la mañana desde el poblado de Achica Arriba, a donde los manifestantes llegaron en la víspera, y atravesó primero la ciudad de El Alto para descender luego hasta la vecina La Paz, con la intención de llegar hasta la plaza Murillo, el centro del poder político boliviano.
En la marcha, que comenzó el viernes en la localidad de Patacamaya, a unos 98 kilómetros de La Paz, participan campesinos, cocaleros, indígenas y otros sectores leales a Morales, que está distanciado del Gobierno de Arce.
La bandera predominante entre los manifestantes fue la wiphala, la enseña indígena multicolor, mientras que algunas mujeres hicieron sonar con piedras cacerolas vacías, además de corear consignas contra Arce.
«El pueblo ya no aguanta y por eso está movilizado», dijo a EFE el senador Leonardo Loza, que pertenece al ala del gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) que es afín a Morales.
Según Loza, estos sectores se movilizaron para hacer conocer su «repudio a las malas políticas económicas y sociales que lamentablemente durante cuatro años y más este Gobierno ha tenido».
Los movilizados se aproximaron hasta la Vicepresidencia y allí les esperaba un grupo de policías antidisturbios que les impidieron el paso hacia la plaza Murillo.
La gente intentó rebasar a los policías con detonaciones de petardos y lanzando piedras, a lo que los agentes respondieron lanzando gases lacrimógenos que lograron dispersar a los manifestantes.
Antes del enfrentamiento con los agentes, un dirigente leyó un documento con una serie de demandas al Ejecutivo, incluidas respuestas inmediatas a la «grave crisis económica» y la «persecución judicial y otros problemas que agobian a los ciudadanos de Bolivia».
Estos sectores reclaman soluciones al desabastecimiento de combustible, la falta de dólares, el encarecimiento de alimentos, además de la liberación de los «presos políticos», es decir, los detenidos durante los bloqueos de carreteras que cumplieron los afines a Morales entre octubre y noviembre de 2024 en defensa del exgobernante.
Además exigieron «el cese de la persecución política» o «‘lawfare’ aplicado contra los líderes sociales y dirigentes de las organizaciones sociales a quienes consideran se les persigue judicialmente» y que el Gobierno «detenga cualquier plan de eliminación física en contra» de sus líderes.
Evo Morales, quien no participó en la marcha, ha asegurado varias veces ser víctima de un «lawfare» o «guerra jurídica» por parte del Gobierno de Luis Arce, ante la investigación penal en la que se le acusa de trata agravada de personas, por su presunta relación con una menor de edad con la que supuestamente tuvo un hijo.
Por este caso, Morales fue citado a comparecer ante un juez cautelar este martes en la región sureña de Tarija, donde se lleva adelante la investigación, aunque su defensa anunció que no se presentará.
La Justicia emitió el pasado 16 de octubre una orden de aprehensión contra el exgobernante que la Policía no ha podido cumplir hasta ahora, y el político también cuenta con una alerta migratoria.
Ante la posible detención de Morales, sus seguidores bloquearon carreteras durante 24 días entre octubre y noviembre para defenderlo.
Estas investigaciones contra el político se dan en medio de su pugna con Luis Arce por el control del MAS y la definición de la candidatura oficialista para las elecciones generales. EFE
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