Tras ofertar US$ 27 millones como aporte de capital y hacerse cargo de una deuda de US$ 576 millones, la firma estadounidense ARC Energy se quedó con las acciones del Estado y la provincia de Mendoza en IMPSA, la fabricante de turbinas eléctricas fundada por la familia Pescarmona.
Fue luego del visto bueno de la Comisión Evaluadora de las ofertas para la venta de la empresa -formada por el Ministerio de Economía y Mendoza- que se preadjudicó al consorcio IAF cuyo socio principal es ARC Energy. Fue la única oferta que se presentó, aunque desde la cartera que comanda Luis Caputo sostuvieron que «fue mejorada» con respecto a la propuesta inicial.
IAF solicitó plazo hasta el 31 de enero para obtener el refinanciamiento de la deuda de la compañía, que había sido estatizada por Alberto Fernández. Deberá conseguir la conformidad de los acreedores para la renegociación de la deuda y, si lo logra, se firmará el contrato de compra venta de acciones y luego se hará la transferencia.
El 63,7% de las acciones de IMPSA son parte del Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (Fondep), controlado por el Ministerio de Economía. Y, el 21,2% de las acciones quedaron en poder del gobierno de Mendoza. Este 84,9 % de las acciones de IMPSA son las que pasan a la empresa norteamericana.
La preadjudicación de IMPSA se produce previo al viaje de Javier Milei a Estados Unidos para participar de la asunción de Donald Trump. ARC tiene sede en Luisiana, cerca de Houston, Estados Unidos y su presidente, Jason Arceneaux, y dos de los directores de la compañía, de origen venezolanos, son aportantes a la campaña de Trump, y celebran la buena relación del presidente que asume el 19 de enero con Milei.
De hecho, un asesor de ARC comentó que sus directivos se iban a quedar en Estados Unidos para participar de la asunción del nuevo mandatario, la última semana de enero, y luego viajarán a Mendoza para terminar de cerrar las cartas de intención con los acreedores y poder tomar posesión de la compañía en febrero.
La empresa ARC Energy deberá pagar de inmediato cerca de 7 millones de dólares, que es el 25% de su propuesta de capitalización de 27 millones de dólares. El resto deberá desembolsarlo a lo largo de 2025, lo hará con capital de trabajo durante el proceso de búsqueda de nuevos contratos. Apuntarán a ganar licitaciones de grúas para puertos y mantención de centrales hidroeléctricas en Estados Unidos.
Otro tema que estaba en discusión y que ya fue cerrado, es la posibilidad de renegociación de los contratos vigentes que tenía IMPSA, con el Ministerio de Defensa, YPF y otros organismos estatales.
El pasivo de Impsa está calculado en 576 millones de dólares. Entre los principales acreedores están el Banco Nación, el BID, el BICE, y la corporación chilena Grupo Moneda.
En la sede de Impsa, en carril Rodriguez Peña, de Godoy Cruz, los 660 empleados esperan con ansiedad la venta de la firma, que se ha visto demorada por disidencias entre lo que proponía ARC Energy en la renegociación de los contratos con el Estado y la reestructuración de la deuda.
El personal aún no cobró este mes (suele hacerlo el primer día hábil). El compromiso de la gerencia es que se pagará todo el salario de diciembre en los próximos días. El monto total en salarios es de 1.400 millones de pesos al mes.
El proceso de salvataje
IMPSA es una de las empresas más importantes de Argentina en el sector metalúrgico y energético, con participación clave en proyectos hidroeléctricos, parques eólicos, energía nuclear y equipamiento para la industria petrolera y de gas.
En 2021, después de una larga crisis de la empresa por malos negocios en Brasil y fallidos contratos con Venezuela, el gobierno de Alberto Fernández se quedó con la mayoría accionaria de Industrias Metalúrgicas Pescarmona.
El 1 de octubre, el gobierno de Milei, abrió el llamado a licitación internacional. Hubo varios interesados pero un solo oferente. El 31 de octubre de 2024, ARG ofertó 27 millones de dólares para garantizar la continuidad de la compañía creada en 1907.
El viernes 6 de diciembre, el ministerio de Economia solicitó un tiempo de mejoramiento de condiciones de oferta. Entre fines de diciembre y principios de enero el comité de adjudicación, le pidió a ARC que detalle los puntos centrales de su oferta final.
Hubo negociaciones por los contratos pendientes con el estado y definiciones sobre qué capacidad de negociación habrá con los acreedores. La última estapa se cerró la semana pasada y solo falta comunicar la adjudicación.
Arc Energy tiene interés quedarse con el negocio de las grúas de gran porte para puertos, que permitirán sustituir las grúas chinas, que ha licitado Joe Biden, en la mayoría en los puertos de Estados Unidos. El objetivo de nuevos contratos para IMPSA es más factible a partir de la llegada de Donald Trump al poder.