Lilia Lemoine se convirtió hace rato en mucho más que simplemente la diputada terraplanista de La Libertad Avanza. Sin proyectos de ley de peso que destaquen su labor parlamentaria, la ex cosplayer sí lo hace en cambio por haberse convertido en la voz de Javier y Karina Milei en aquellos debates en los que la Casa Rosada pretende mantener al margen a la figura del Presidente.
Sin embargo está claro que por su boca hablan los hermanos Milei. Por eso Lemoine se convirtió en la punta de lanza del mandatario libertario en su descarnada disputa interna con la vicepresidenta Victoria Villarruel.
En ese camino ahora se cruzó de la manera más grosera posible con una de las colaboradoras de la vicepresidenta, Iris Speroni, directora de Auditoría y Control de Gestión del Senado.
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Victoria Villarruel y Lilia Lemoine
El intercambio de tuits comenzó cuando Speroni le pidió a Lemoine que publique su sueldo, luego de que la diputada terraplanista cargara contra Villarruel por quejarse de su dieta en el Senado.
Como respuesta Speroni se encontró con el primer exabrupto de Lemoine: «Explique a quiénes responden los 436 empleados que cobran de la presidencia del Senado. El lunes me meto y busco mi recibo… Idiota. 257 diputados hay que cobran lo mismo, no soy la loca del patito para mentir en algo de modo tan estúpido».
La respuesta de Speroni no tardó en llegar: «1. El insulto está demás, diputada. 2. Agradeceré que busque su recibo de haberes y lo publique. 3. Los diputados no cobran lo mismo. Cada uno tiene una liquidación diferente». A lo que Lemoine, «con mucha altura», le espetó un «Sobame la quena, reina».
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La desagradable respuesta de la diputada nacional Lilia Lemoine a la auditora del Senado
Ante el agravio de Lemoine, Speroni retrucó: «Su inhabilidad moral le impide sostener un diálogo en disidencia en forma civilizada. Cualquiera sea el monto que usted perciba por sus funciones no se corresponde con la conducta de un Diputado de la Nación».Y la diputada terraplanista remató con un : «Sacudite la entrepierna, a ver si se te sale la arena!».
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