El gobierno de Javier Milei difundió en algunos medios su satisfacción por haber transcurrido el 20 de diciembre con paz social, pero dos días antes, el miércoles 18 la Gendarmería que realiza el Plan Güemes, en Salta, abrió fuego y habría matado a Fernando Martín Gómez, de 27 años, tres hijos, e hirió a otro joven. Eran bagayeros de la más absoluta pobreza, pasadores de coca, pero no narcotraficantes, según todas las fuentes del gobierno salteño y de su entorno.
Según pudo saber iProfesional, el incidente se produjo el miércoles por la tarde, durante el paso de unos 40 bagayeros cocaleros que suelen pasar coca y cigarros por la frontera entre Bolivia y Salta, en Orán y Aguas Blancas. Es cierto que es una zona caliente de narcotráfico, pero Fernando Gómez no era narcotraficante ni soldadito de la droga.
Polémico operativo de Gendarmería en Salta: Patricia Bullrich, en silencio
Transportaba esas mercaderías de contrabando, como hacen miles de jóvenes pobres de la provincia, en una actividad que está legitimada porque forma parte de la realidad cultural, ancestral, legalizada, que no tiene nada que ver con el narco, según fuentes políticas, periodísticas y del gobierno local.
Al día siguiente de la muerte de Gómez, el 19 de diciembre, se produjeron enfrentamientos entre la Gendarmería y miles de manifestantes que reclamaban Justicia por el joven, y allí se habrían producido cuatro heridos, uno perdió un ojo, y otros tres que ya se encuentran fuera de peligro. La máxima aspiración del gobierno de Milei era transcurrir en un clima de paz social el 20 de diciembre, fecha emblemática de la crisis de 2001, con 20 muertos que provocaron la caída del gobierno de Fernando de la Rúa. Sin embargo, la muerte de Gómez fue silenciada.
Consultados por iProfesional, los voceros de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, no contestaron este lunes los pedidos de información. El caudal informativo de su cartera se concentra en el secuestro del gendarme Nahuel Gallo a manos del régimen bolivariano de Venezuela y en las negociaciones paralelas de dirigentes kirchneristas para que el gobierno de Nicolás Maduro lo libere.
La muerte del bagayero en Salta no fue publicada por casi ningún medio de comunicación de la Ciudad de Buenos Aires y solo fue levantada por los diarios El Tribuno, de Salta; El Liberal, de Santiago Del Estero, el Diario Ar, el diario Página 12, Crónica y una serie de portales de noticias de la provincia gobernada por el salteño Gustavo Sáenz, ahora aliado del presidente Javier Milei.
Fernando Martín Gómez, presunta víctima de Gendarmería en la frontera
«El 18 hubo un enfrentamiento entre bagayeros cocaleros que pasan coca y cigarros por la frontera de Orán Aguas Blancas con la Gendarmería. La Gendarmería y ahora otras fuerzas de seguridad se suelen quedar con una parte. Pero en el incidente fusilaron a Fernando Martín Gómez y al día siguiente se levantó una pueblada por Justicia que fue reprimida por la Gendarmería y hubo cuatro heridos graves y uno perdió un ojo», dijo a iProfesional Samuel Huerga, periodista y exconcejal del MST-FITU de Salta.
Un funcionario del gobierno de Gustavo Sáenz dijo a iProfesional en la más estricta reserva que «el chico no transportaba cocaína. Los bagayeros son los que transportan hojas de coca y otras mercaderías de Bolivia a la Argentina, sin pasar por la aduana, contrabando, pero no narco». Sin embargo, ahora crece la tensión en Salta por el pedido de Justicia, pese a que en la Casa Rosada se ignora el conflicto.
Un alto dirigente de la política de Salta confió a iProfesional que «es un lío grande, aparentemente no era narco ese pibe, los bagayeros son la mano de obra barata del contrabando. Pasan desde hojas de coca, a un auto, pasando por electrodomésticos y lo que sea. La sospecha de siempre es que en el medio de todo eso pasan drogas. Y algo de cierto hay. Claro que, como en todo, hay simples bagayeros y narcos todos mezclados». Es parte del drama social de la pobreza del Norte, donde no existen alternativas de trabajo. El ex alto funcionario salteño pidió no ser citado.
En cambio, Bullrich sorprendió con un posteo en la red X el 19 de diciembre, donde defendió la acción de la Gendarmería cuando en Salta se producían incidentes por los cortes de ruta a 10 kilómetros de Orán en protesta por la muerte de Fernando Martín Gómez: «BAGAYEROS SÍ, NARCOS NO. En nuestras fronteras, estamos marcando una línea muy clara: a los trabajadores que viven de pasar mercadería, les damos un camino ordenado para que puedan seguir trabajando. Pero a los narcos, ni un centímetro. O se separan de ellos o no van a poder seguir adelante. Hoy, mientras los trabajadores de frontera pasan de manera organizada, hubo quienes intentaron meter 51 kilos de cocaína escondidos como si nada. A esos responsables los vamos a procesar, uno por uno, porque no vamos a permitir que quieran vender gato por liebre. Hay reglas claras: productos permitidos sí, droga no. Este Gobierno no negocia con los narcos, y menos aún con violencia como lo hicieron hoy».
Patricia Bullrich hizo eco en su cuenta de X del polémico operativo de Gendarmería en Salta.
Mientras tanto, en las redes circulaban videos de familiares del joven asesinado a quemarropa con un disparo en el pecho. Uno era el de Gabriela, hermana de Fernando: «Lo único que quiero es Justicia, ellos hablan, que era cabecilla del narco. Mi sobrino perdió a su papá, trabajan con coca, con cigarros, no todo el mundo trabaja con la maldita droga, ellos dicen que era narco y no era narco, si quieren pueden ir a ver la casa del supuesto narco, se quieren lavar las manos».
El Gobierno defiende el operativo anti narcotráfico
Otras fuentes periodísticas aseguraron que el balazo de la Gendarmería habría sido por la espalda de Fernando Gómez. Bullrich afirmó que fue un ataque de «narcos violentos» hacia la Gendarmería. Pero fuentes locales aseguran que la actividad del paso de hojas de coca no se vincula a los estupefacientes, con clorhidrato de cocaína, sino con el consumo en estado natural de esta planta mediante la masticación o el té.
«Quienes se dedican al paso de hojas de coca son conocidos como chancheros, una modalidad especial de los bagayeros. En el norte el mascado de hojas de coca es una costumbre, tal como lo es tomar mate en todo el país», señaló el periodista y exconcejal Huerga. Lejos de tratarse de narcos, son trabajadores de un oficio sacrificado que implica cargar bultos de hojas por largas distancias a través de la frontera y muchos de ellos después de los 30 años adquieren dolencias físicas que resultan crónicas.
Además, los chancheros son constantemente requisados por la policía y la Gendarmería y en muchos casos son robados por estas fuerzas. En este caso, los bagayeros habrían sido atacados tras dejar sus bultos y alejarse de los gendarmes, según testigos del momento.
Aún debe determinar la Justicia si estos habrían respondido disparando balas de plomo estando los bagayeros de espaldas. «Fernando venía pasando hojas de coca, que es una actividad cultural, ancestral, legalizada, que no tiene nada que ver con el narco», dijo Huerga a iProfesional.
«Fue una ejecución a sangre fría. Había unas 40 personas con él. Eso dio lugar a un reclamo posterior de justicia al día siguiente. No se secuestraron armas ni droga, porque no tenían, allí hubo cuatro heridos, uno perdió un ojo», agregó.
«En esta actividad, la Gendarmería suele tomar su parte de la coca y en este caso subió la tarifa porque se sumaron más fuerzas federales, que después las comercializan», aseguró. «El narcotráfico está controlado por el poder político. Los bagayeros son pasadores de coca que no cometen delitos, es su trabajo», señaló el periodista salteño. «En Salta y Jujuy, el coqueo es una actividad muy común», dijo.
En tanto, Leonardo Juarez, secretario político del Movimiento Rebelión Popular Facundo Morales, hizo declaraciones radiales en las que señaló que «la represión que terminó con la muerte de Fernando Martín Gómez fue en Orán, tenía 26 años y fue asesinado por Gendarmería con balas de plomo». Y agregó: «También está en terapia intensiva Ariel Gareca».
Sin embargo, Patricia Bullrich aseguró que el Operativo Güemes está destinado a combatir el narcotráfico, el contrabando y la trata de personas.
Pero el episodio se produjo en el puesto 28, en la zona de Orán, donde efectivos de Gendarmería de esa localidad y Aguas Blancas, protagonizaron una batalla campal con los bagayeros, quienes habitualmente cruzan por allí con distintos productos para comercializarlos en Salta.
Gómez habitaba una precaria vivienda en el barrio Libertad y según su familia «no era una narcotraficante, vendía hojas de coca para mantener a la familia». Una prima agregó en la prensa local que «Fernando solo buscaba ganarse la vida, no merecía este final». Desde el entorno de los ‘bagayeros’, dejaron entrever que los incidentes habrían sido motorizados por un grupo de narcotraficantes para pasar drogas en medio del caos generalizado.