Brasil enfrenta un panorama económico desafiante en los próximos años, marcado por una política monetaria restrictiva, un consumo interno fuerte y presiones inflacionarias persistentes.
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Los economistas brasileños elevaron sus proyecciones de inflación y costos de endeudamiento para 2025, luego de que los banqueros centrales reafirmaran su compromiso de extender importantes alzas de tasas de interés hasta principios del próximo año.
Según una encuesta semanal del banco central publicada el lunes, la tasa de referencia Selic alcanzará el 15% para junio de 2025. Se espera que el alivio monetario comience más adelante ese año, con una reducción de la tasa clave al 14,75% en diciembre, continuando en 2026 hasta llegar al 11,75% a finales de ese año.
El gobernador saliente del banco central, Roberto Campos Neto, lideró a los miembros del directorio en la decisión de aumentar la tasa en un punto porcentual completo, llevándola al 12,25% este mes, durante su última reunión de política monetaria. Su sucesor, Gabriel Galipolo, reafirmó el compromiso de elevar la Selic en dos puntos porcentuales adicionales para marzo, señalando la semana pasada que cualquier cambio en la orientación tendrá un umbral alto.
Qué esperan los economistas para 2025
Se espera que los responsables de la política monetaria implementen dos aumentos adicionales de tasas: primero de medio punto y luego de un cuarto de punto, según la encuesta.
El banco central está enfrentando una inflación por encima del objetivo, y las estimaciones de aumentos futuros en los precios al consumidor también están al alza. Los alimentos se han encarecido, mientras que los costos de servicios siguen siendo resistentes debido al sobrecalentamiento de la economía.
Los analistas prevén que los precios al consumidor aumenten un 4,84% el próximo año, por encima del límite superior del rango de tolerancia del 4,5% del banco central. La inflación anual se estima en 4% en 2026 y 3,8% en 2027, ambas cifras por encima del objetivo del 3%.
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Los analistas prevén que los precios al consumidor aumenten un 4,84% el próximo año.
El consumo familiar está en aumento, impulsado por un desempleo en mínimos históricos y un salto en el gasto público. Los banqueros centrales advierten que las presiones inflacionarias están creciendo, lo que refuerza el argumento a favor de tasas aún más restrictivas.
Un real más débil agrava los desafíos inflacionarios del banco. Los inversores están abandonando la moneda, a medida que crece el escepticismo sobre el compromiso del presidente Luiz Inácio Lula da Silva para fortalecer las cuentas públicas.
El banco central informó sobre salidas de capital por aproximadamente $14.700 millones entre el 1 y el 19 de diciembre, según un informe aparte publicado el lunes.
El plan de austeridad de Lula fue aprobado por el Congreso de Brasil la semana pasada con modificaciones que reducirán sus posibles ahorros en solo 1.000 millones de reales ($164 millones), mucho menos de lo temido, según el ministro de Finanzas, Fernando Haddad. El plan original contemplaba recortes de gastos por 70.000 millones de reales en los próximos dos años.