“Los padres no se dan cuenta cuando sus hijos están apostando. Lo hacen todo el día. Yo lo veía al lado mío con el teléfono y cuando le preguntaba qué estaba haciendo, me decía que hablaba con sus amigos, pero estaba apostando”, cuenta Sofía la mamá de Pablo a Todo Noticias.
“Mi hijo se hizo un jugador compulsivo desde un celular en los patios de la escuela”
La primera vez que Pablo apostó dinero en un sitio de apuestas online fue en el colegio. Estaba con sus compañeros de curso. En cuatro meses se hizo adicto a las apuestas, le robó los ahorros a su mamá e intentó suicidarse. “Mi hijo se hizo un jugador compulsivo desde un celular en los patios de la escuela”, destaca.
El problema de los adolescentes y las apuestas online fue detectado por los docentes, el año pasado en los colegios. Según explica Débora Blanca, psicóloga especializada en ludopatía: “Los profesores veían que los chicos estaban mucho con el celular, que se reunían alrededor del teléfono en los recreos, ya no alrededor de una pelota y que lo que hacían era apostar”.
“La ludopatía se volvió la nueva droga de los adolescentes. Una droga no necesariamente es una sustancia, es cualquier actividad que genera dopamina”
Según detalla la profesional, es a partir de los 12 años que los varones empiezan a apostar y a los 14, la edad promedio en que se enganchan más patológicamente. “Cuando los padres nos mandan mensajes o se acercan al consultorio lo hacen sin entender qué pasó pero con la certeza de que ven al hijo mal. Se enteraron de que sus hijos tienen deudas de juego y no entieden qué ocurrió”.
“La ludopatía se volvió la nueva droga de los adolescentes. Una droga no necesariamente es una sustancia, es cualquier actividad que genera dopamina, que genera placer inmediato. Las apuestas deportivas, internet, el celular, las compras, las redes sociales, todo esto son nuevas drogas”, explica Blanca, la especialista del equipo de Lazos en juego.
Los chicos llegan al consultorio de un especialista o a una reunión de Jugadores Anónimos con problemas importantes de juego, con deudas y esto es lo que se trata en espacios individuales o con padres.
“Fui a buscar plata debajo de mi cama donde tenía ahorros y no había nada. Fui a su habitación y junto a la computadora había un papelito. Lo abrí y vi que era una nota de suicidio”
“Estamos hablando de un momento de cambio de paradigma donde los chicos ya no se manejan con billetes, usan billeteras virtuales por eso es muy importante que los padres puedan tener un control sobre los movimientos de los chicos. “Estamos hablando de chicos chicos que usan el dinero del almuerzo, se piden prestado entre ellos y después empiezan a pedir préstamos a las billeteras virtuales”, sostiene Blanca.
Pablo le robó a su mamá Sofía y se quiso suicidar
La historia de Pablo es caso testigo de una realidad en la Argentina y el mundo. “El lunes que llegué, me encontré con que mi hijo no estaba en el colegio, me llamó la atención que estuviera en casa y lo mandé a la escuela. Fui a buscar plata debajo de mi cama donde tenía ahorros y no había nada. Fui a su habitación y junto a la computadora había un papelito. Lo abrí y vi que era una nota de suicidio”.
“La persona juega a ese nivel porque está enferma igual que pasa con la cocaína u otra sustancia”
Pablo le decía que le daba vergüenza haberle robado todos los ahorros y que era ludópata. Sofía lo fue a buscar al colegio, lo llevó al hospital y terminaron ambos internados en una clínica especializada en adicciones. “La ludopatía es como si te abdujera. Cuando salimos de la clínica ese mismo día lo llevé a Jugadores Anónimos. Nunca me di cuenta de que era adicto. Es una enfermedad, no es un vicio. La persona juega a ese nivel porque está enferma igual que pasa con la cocaína u otra sustancia”.
“Él empezó a jugar porque sus amigos estaban jugando. Arrancó con una suma muy pequeña de dinero, la siguiente semana apostó y la multiplicó por diez y tuvo una racha de una semana en donde ganó lo que yo gano en el mes trabajando. ‘‘Para qué voy a trabajar si yo puedo conseguir lo mismo que mi mamá con una partida’”, recuerda Sofía.
Ramiro tuvo que mudarse de provincia por las deudas
Ramiro tiene 21 años y desde los 8 usa teléfono celular. “A los 15 años jugaba al fútbol y mientras esperaba que termine el partido anterior a mi turno, me ponía a apostar. Escondía el celular, bajaba el brillo, para que mis amigos no se dieran cuenta”, explica Ramiro a Todo Noticias.
“Con las competiciones profesionales empezaba a hacer apuestas online, a apostar sobre resultados. Primero con la primera, después con la segunda, luego con la quinta liga amateur de Hungría donde ya no tenía ningún tipo de objetividad porque lo único que buscaba mi cabeza era un lugar donde hacer una apuesta”.
“Tenía 15, 16 años y entraba en esa vorágine, la bola de deudas se hizo más grande y me terminé yendo de mi provincia”
Ramiro se despertaba y lo primero que veía era la pantalla del celular para saber cómo había salido la apuesta. “En vez de estar en matemática o en lengua estaba haciendo análisis de los partidos de la tarde. Era insostenible. Vivía en mi mundo de juego”.
“El dinero lo conseguía de mi familia que me daba para que pudiera manejarme con mis gastos. Después, saque créditos en bancos online. A mis amigos, les pedía plata prestada y confiaban en mí. En un momento dado cuando ya no estaba esa plata cada vez la deuda era más grande. También me prestaban ellos. Los montos cada vez era más grande”.
“Tenía 15, 16 años y entraba en esa vorágine, la bola de deudas se hizo más grande y me terminé yendo de mi provincia. Tomé deudas en una ciudad más grande y se complicó aún más el tema económico”.
“El ludópata se retira después de haber perdido porque lo que necesita es la sensación de adrenalina que le da apostar”
Sobre las apuestas deportivas, Blanca explica: “Las apuestas deportivas están pegando en los varones porque ellos saben de deporte y hay una idea que funciona muy bien como trampa: ‘Si sabés de deporte, no vas a perder’. Se enganchan así, empiezan apostando al fútbol, después a equipos de otros países, otros deportes y un día están apostando al ping pong en China”.
“Empiezan a ocupar la cabeza, a dormir mal, a estar preocupados, tristes porque no saben de dónde sacar el dinero, empiezan a desinteresarse por el estudio, por salir con sus amigos. Empiezan a tener las consecuencias que tiene cualquier consumo problemático”, destaca la profesional.
Blanca advierte que el ludópata siempre pierde: “Cuando ganan mucho van a seguir apostando, cuando se enganchan patológicamnete, esto es la ludopatía. EL ludópata se retira después de haber perdido porque lo que necesita es la sensación de adrenalina que le da apostar”.
Jugadores Anónimos
Fue un amigo de Ramiro el que, a modo de ultimatum, lo hizo entender que debía ir a los grupos de Jugadores Anónimos para empezar a tratar su adicción. “Pensaba que resolver lo económico era el único objetivo para rehacer mi vida. En el momento en que llegué, me recibieron muy bien, me hicieron 20 preguntas y si al menos siete eran afirmativas era indicativo tenía problemas con el juego”.
“Lloré, pude contar todo lo que me pasaba, contarle a alguien mi carrera de juego tal cual era. Con las experiencias de mis compañeros pude transitar la primera etapa de la abstinencia, los sentimientos, la baja en la compulsividad, la calma. Entendí que aburrirse no es malo. Empecé a disfrutar de la vida”.
Con el paso del tiempo, Ramiro empezó a recuperar las ganas de vivir. “Empecé a trabajar, a fortalecer mis vinculos a reconstruirlos con mis amigos y familiares. a honrar deudas”.
A la entrevista con Todo Noticias, a Ramiro lo acompañó un coordinador de Jugadores Anónimos que explicó que es una asociación civil, libre, gratuita y confidencial. “Tenemos un grupo de jóvenes por zoom además de los presenciales a los que pueden asistir. Estamos dando muchas charlas en los colegios a chicos de cuarto y quinto año por esta problemática que es la apuesta online”.
Gonzalo apostó por primera vez desde la cuenta de su papá
El primer recuerdo que tiene Gonzalo es de cuando tenía 15 o 16 años, año 2008. Todavía no había smarthphone y cree que no tenía WIFI. “Había una sola computadora en casa con Internet. Mi viejo en ese momento hacía apuestas deportivas en una página conocida y yo por curiosidad me empecé a meter, a ver lo que hacía. Un día le descubrí la contraseña y empecé a apostar por primera vez en esa página”.
“La parte de la enfermedad la empecé a vivir cuando no podía controlarlo. Un impulso interno me llevaba a jugar”.
A los 18 años se hizo su primera cuenta y empezó a apostar. “Durante muchísimos años fue un juego para mí, la parte de la enfermedad la empecé a vivir cuando no podía controlarlo. Un impulso interno me llevaba a jugar. Mientras hacía los pasos para apostar, mi cabeza sabía que estaba mal y así y todo no me podía controlar”.
“Me fui a estudiar afuera, no tenía control de nadie y en ese entonces no lo tomaba como problema. Con el correr de los años la adicción se hizo cada vez más fuerte. Mientras fui dependiente económicamente de mi viejo, si me gastaba el dinero que necesitaba para el día a día él nunca me ponía freno. Una vez que me recibí a los 24 años, empecé a independizarme, y ese dinero lo seguía gastando y sin mi viejo que me tapara los agujeros. Empecé a endeudarme hasta que en un momento me tapaba el agua y empecé a pedir ayuda”.
Una de las condiciones de las personas para ayudarlo fue que tratara su problema como una adicción.“Me costó bastante reconocerlo, pero a medida que me fui acercando a profesionales, grupos de autoayuda, psiquiatras y psicólogos fue fácil el reconocimiento de la enfermedad. Desde ese entonces, en 2021 lo empecé a tratar como tal, como una adicción”.
El año pasado a mitad de año, Gonzalo tuvo una recaída. “Estaba con problemas económicos y un problema laboral de renovación de contrato y, en medio de un bajón anímico, decidí publicar un video en las redes sociales contando lo que me estaba pasando. Se viralizó, nunca me imaginé que iba a pasar eso y fue positivo todo desde ahí. Hubo un montón de gente conocida de todo el país que se ofrecieron a pagarme el tratamiento, a darme laburo”, explica.
Gonzalo piensa en los adolescentes y las familias que están atravesando esta problemática. “Es una adicción silenciosa e invisible porque no te das cuenta de que una persona tiene ese problema. La promesa de generarte un beneficio, un chico que no sabe donde se está metiendo, y lamentablemente hay personas que lo podrán manejar y darse cuenta de que ese no es el camino y otros como yo que no y que terminan en una adicción y enfermedad”.
“Cuando los chicos llegan a tratamiento, nos encontramos con chicos. Esto antes no pasaba. Pensaban ganar dinero, las apuestas, la promesa es de salvación ganá dinero fácil y rápido, el online es inmediato. Hay una perdida de la noción del video porque ni siquiera hay contacto con el billete”, explica la especialista.
“Los chicos lo que buscan es ganar dinero fácil y anestesiarse. Estamos en una época de vértigo, de llenar vacíos y esto lo llena fuertemente. La ludopatía dentro de las adicciones es la que tiene mayor índice de suicidio. Cuando va perdiendo y engaña a su familia, y miente, y se va metiendo con prestamistas o usureros la salida que encuentra es salirse del mapa, matarse”, resume Blanca.
Diferencias entre los juegos de apuestas legales e ilegales
Según la Cámara Argentina de Salas de Casinos, Bingos y Anexos, casi el 80 por ciento del juego online en la Argentina es ilegal. “11.4 millones de personas son usuarios únicos de sitios ilegales”.
El juego online existe en la Argentina desde hace 20 años. La regulación de los juegos de azar en la Argentina es facultad de cada provincia. Hay 24 organismos reguladores, uno en cada jurisdicción (23 provincias y la Ciudad de Buenos Aires).
Todos los sitios legales en Argentina terminan con un dominio “.bet.ar” y tiene un sistema de verificación de identidad que solo habilita a jugar a las personas mayores de edad. Si un sitio de juego está operando en Argentina y no tiene un dominio “.bet.ar”, es ilegal.
Las plataformas ilegales operan con links que terminan sólo en “.com” o por whatsapp. No ofrecen ninguna seguridad, pueden apostar menores y se está expuesto a estafas y uso de los datos registrados.
Los gobiernos provinciales exigen para obtener una licencia de operación en el ámbito del juego online que las compañías cumplan ciertos requerimientos y estándares de seguridad: se verifica la edad y el domicilio del jugador, se piden fotos de DNI y una selfie para corroborar que corresponde a la persona registrada. Se validan los datos de registro del Renaper y no se puede depositar por cuentas de terceras personas. Solo del titular registrado.
Si creés que algún familiar o amigo puede estar sufriendo adicción al juego, podés contactarte con Jugadores Anónimos: La línea vida que funciona las 24 horas que es: 4328-0019 o una nueva de comunicación a través de Instagram en al cuenta: “jugadoresanónimosargentina″.
También, a nivel nacional funciona el teléfono 141 como línea general de adicción que depende del Ministerio de Salud de la Nación.
En la Ciudad de Buenos Aires la línea de orientación por juego problemático es 0800-666-6006. El sitio de juego responsable de lotería de la ciudad se llama “Saber Jugar”.
La Lotería de la Ciudad de Buenos Aires (LOTBA) viene trabajando para combatir el juego ilegal y el juego en menores de manera integral. Lleva adelante una estrategia basada en la regulación y control, la prevención y concientización y observatorio e investigación. “ La participación de menores de 18 años en juegos de azar en línea como así como en apuestas está estríctamente prohibido en la ciudad de Buenos Aires”.
Para prevenir y mitigar el acceso de los jóvenes, LOTBA tomó una serie de medidas que incluyen que “el sistema de registro de las plataformas habilitadas en la ciudad deben implementar un registro que incluya datos biométricos y la responsabilidad de verificar datos para asegurar que el usuario sea adulto. También, los medios de pagos autorizados están limitados para que solo puedan ser utilizados pro su titular y que no haya cuentas de terceros abusando de sistema de pago ajenos”, afirman.
En la provincia de Buenos Aires podés comunicarte de manera gratuita con el Programa de Prevención y asistencia al juego compulsivo 0800-999-4000 las 24 hs. Lotería de la provincia de Buenos Aires tiene habilitado un link para denunciar sitios de apuestas ilegales que se promocionan por redes sociales y whatsapp.
Para denuncias a nivel nacional, pueden hacerlo al mail de la Cámara Argentina de Salas de Casinos, Bingos y Anexos.
Créditos:
Realizacion audiovisual: Juan Pablo Cháves, Leandro Heredia, Nicolás Gonzalez y Agustina Ribó
Edición: Gastón Álvarez
Diseño y animación: Iván Paulucci y Sebastián Neduchal
Equipo de Datos: Damián Mugnolo
Corrección y estilo: Silvana Stabielli