Boca vive horas difíciles: se conoció la triste noticia de la muerte de Fermín Núñez, un juvenil que incursionó por las inferiores del Xeneize. Tenía 19 años y, tras dejar el fútbol, había vuelto a su pueblo natal: General Lamadrid, en la provincia de Buenos Aires. Se había iniciado en Boca en el 2016 y desató la alegría familiar cuando entró a uno de los dos clubes más grandes de la Argentina. “Comparto con ustedes mi felicidad y emocion y extiendo un abrazo de gracias gigante a todos los que tienen que ver en su formacion deportiva y para la vida. Cuando firmamos la ficha no solamente destacaron sus condiciones sino tambien su calidad humana y eso me llena de orgullo. ¡¡¡Éxitos hijo, tu felicidad es la nuestra!!! ¡¡¡Estaremos acompañando tus sueño como siempre!!!”, había escrito.
Su vida de repente, cobró otro rumbo: decidió alejarse del fútbol y cursaba el primer año de la carrera de Medicina en la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional del Centro.
Tras conocerse la noticia de su fallecimiento, la Universidad posteó un emotivo comunicado en sus redes sociales. “La Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional del Centro lamenta profundamente el fallecimiento del estudiante de primer año de la carrera de medicina Fermín Núñez, acompaña a sus familiares, amigos y compañeros en este difícil momento”.
Asimismo Valentín Barco, uno de sus ex compañeros en divisiones inferiores y que ahora juega en Brighton, de Inglaterra, posteó una historia en Instagram con una foto juntos y palabras de despedida. “Descansa en paz, hermano. Te amo, para siempre en mi corazón”.
Nacido el 2 de septiembre de 2004, Fermín había crecido en un hogar de clase media de General Lamadrid, una ciudad ubicada al sudoeste de la provincia de Buenos Aires, a 460 kilómetros de la Capital Federal. Inició su carrera en Racing de La Madrid y en 2015, a través de un contacto de Dardo, su papá, quien es profesor de educación física, comenzó su recorrido en el fútbol de Buenos Aires.
Fermín tenía un físico privilegiado: a los 17 años ya medía 1,83 y pesaba 77 kilos. Además, podía adaptarse a diferentes posiciones. Tras un breve paso por Huracán, a los 11 años cumplió el sueño de jugar en Boca, el club del que era hincha. Su papá, de hecho, era integrante de la peña “La Madrid Azul y Oro”, y Fermín había soñado desde chico con defender los colores del Xeneize. En Boca le vieron pasta de central, aunque Fermín pidió probarse de 5 y terminó jugando como 9.
El primer año fue positivo en lo deportivo, pero complicado en lo personal. Fermín viajaba una vez por semana a Buenos Aires, se alojaba en la pensión del club y luego retornaba a su ciudad para continuar con sus estudios. Fermín era una promesa del fútbol de su ciudad y por eso todo La Madrid se encolumnó detrás de su sueño. Con el aval de la directora, Fermín suplía sus ausencias con trabajos prácticos especiales que realizaba en Casa Amarilla junto a una maestra particular contratada por Boca. Así, Fermín cumplía con sus obligaciones escolares y se ganaba el derecho a viajar cada fin de semana para participar del campeonato de Fútbol Infantil.
Su debut en Boca no pudo ser mejor. En julio de 2016 fue figura, campeón y goleador del Torneo Buenos Aires Cup, como parte de la famosa Categoría 2004 de la que surgirían valores como Valentín Barco (hoy en el Brighton de Inglaterra), Mauricio Benítez, Lautaro Di Lollo (parte del plantel profesional de Boca), los hermanos Valentino y Tiago Simoni (continúan en el Xeneize) y Giovanni Ferraina, el juvenil que acaba de ser transferido al Inter de Miami de Messi.
En 2018, incluso, Fermín Núñez llegó a participar con Boca de la Tokyo International Youth Football, un certamen amistoso que se llevó a cabo entre 2013 y 2019 en la capital japonesa y por el que el desfilaron las grandes promesas de Boca de los últimos tiempos. Fermín, que integraba la Novena División del Xeneize, disputó ese torneo con la camiseta número 9.