El consumo masivo cayó 19 por ciento interanual en marzo y 2,5 por ciento respecto del mes anterior, anotando así la cuarta caída consecutiva según la consultora Focus Market. El deterioro de las compras en grandes supermercados y locales de cercanía comenzó a registrarse a partir de diciembre, luego de la devaluación y la rápida escalada de los precios. Si bien la inflación en este segmento mostró señales de desaceleración el mes pasado, que el Gobierno se apuró a celebrar en redes sociales, la tendencia del consumo masivo por ahora es de caída libre. La consultora relevó también que las familias lograron ahorros de hasta un 50 por ciento aprovechando descuentos y ofertas o por la dispersión de precios entre establecimientos.
«La variación de precios de la economía comienza a desacelerarse. Incluso en marzo, categorías como aceite, azúcar, arroz, conservas, salsas y jabón de tocador, entre otros, mostraron bajas de precios en la venta unitaria del producto o estuvieron en oferta. Los volúmenes de venta caen pues el ingreso de los argentinos no puede convalidar el excedente del precio en relación al poder adquisitivo del salario», señaló Damián Di Pace, director de la consultora.
Antes de marzo, con una caída del 19 por ciento interanual, el consumo había bajado en febrero (13,4 por ciento), enero (18,3) y diciembre (8,4). “Tanto las ventas minoristas medidas por la CAME como el consumo masivo muestran un piso de la caída de la actividad económica minorista en los meses de enero y febrero de 2024″, observó Di Pace. «El gran desafío será ver si efectivamente se da una recuperación económica en la famosa forma de V o una forma de pipa, más larga, producto de una recesión que dura más a lo esperado», indicó.
En tanto, otra consultora especializada en consumo masivo, Scentia, señaló días atrás que el deterioro en el volumen del comercio durante el gobierno de Javier Milei será el peor de las últimas dos décadas, con una proyección de caída en productos básicos del 10 por ciento (versus -7,3 por ciento en 2019, peor año de crisis del macrismo).
Por su parte, Focus Market elaboró un segundo informe donde muestra que los ahorros generados con las compras de primeras y segundas marcas en oferta, promoción o descuento, así como la distorsión en los precios existente, hace que se encuentre el mismo producto en diferentes establecimientos con diferencias de hasta un 50 por ciento. Es decir que adelantar las compras y evaluar el lugar de compra puede llegar a generar ahorros en esa magnitud.
Descuentos
Buscar precios convenientes, aprovechar ofertas, o descuentos con tarjetas, con aplicaciones y billeteras virtuales, o comprar al por mayor son prácticas típicas de los episodios de crisis económica, donde el ingenio de los consumidores y el tiempo invertido en organizar las compras facilitan la administración de una canasta hogareña que es cada vez más compleja. La consultora midió el ahorro de una familia tipo que adquiere los productos de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) que mide Indec con descuentos por unidad, tomando en cuenta las ofertas y promociones vigentes entre el 18 al 24 de marzo en tres grandes cadenas de supermercados.
El valor de la CBA para la familia mencionada, en marzo de 2024, si se ajusta por la inflación esperada del mes, resulta en 369.018 pesos, especificaron. “Si una familia fuera al supermercado ‘B’ a hacer sus compras en el mes, llevando productos de primera marca y sin promociones, gastaría 346.439 pesos, lo que representa un 6,1 por ciento menos sobre el valor estimado de la CBA. En tanto, se ahorraría mucho si aprovechara las promociones o descuentos por unidad, ya que solo gastaría 325.866 pesos, lo que equivale a un ahorro del 11,7 por ciento”, casi el doble.
A su vez, entre los supermercados relevados también existen diferencias significativas. “En el supermercado ‘A’, la familia gastaría un 9,3 por ciento más sobre el valor de la CBA (es decir 403.403 pesos) si compramos productos sin promoción. Sin embargo, si aprovechamos las promociones, tendría un valor similar al de la canasta (367.710 pesos). En el caso del supermercado ‘C’, aunque comprando con y sin promociones la familia ahorraría y ese ahorro es mayor en la canasta de productos sin promociones”, señalaron.
Para citar un caso puntual, en el arroz varietal existe una brecha del 36,4 por ciento entre el precio más alto y el más bajo existente en distintos supermercados, en las lentejas la brecha es del 41,5 por ciento, en la carne picada especial es del 49,9 por ciento, en el vino del 41,2 por ciento y en el asado del medio es del 27,6 por ciento, según estas estimaciones privadas.
Otra estrategia de ahorro es optar por comprar productos de segunda marca. “En promedio, comprando con y sin promociones, una familia ahorraría hasta 18,1 por ciento y en promedio 7,6 por ciento en productos de segunda marca, mientras que en productos de primera marca ahorraría hasta 12,1 por ciento y en promedio un 3,9 por ciento”.