Un equipo de arqueólogos de Israel desenterró una red de túneles cerca del mar de Galilea, los cuales sirvieron de protección para el pueblo hebreo durante la ocupación de los romanos hace casi 2000 años. Esta estructura bajo tierra funcionó como una ciudad oculta y, a pesar del paso del tiempo, aún permanece en perfecto estado. Según anunció la Autoridad de Antigüedades de Israel, en su interior aparecieron diferentes joyas de la población local.
En la región de Medio Oriente y en especial en Israel, a diario se encuentran diferentes vestigios de civilizaciones pasadas. En aquella tierra que fue habitada hace miles de años es habitual que se anuncien hallazgos sorprendentes que no solo aportan a aquella cultura, sino a la historia de la humanidad. En sintonía con ello, este lunes compartieron las primeras imágenes del complejo que se excavó debido a la revuelta de Bar Kokhba en el 132 d.C.
Hace meses que un grupo de civiles, soldados, arqueólogos y aficionados llevan a cabo una expedición en Huqoq. Gracias a este trabajo descubrieron una fastuosa red de túneles que sirvieron de escondite para los judíos que enfrentaron la revuelta del líder Kokhba contra el Imperio Romano, asentado allí hacía más de un siglo.
Según informó la entidad israelí, la excavación también reveló que como parte de los preparativos para la Primera Revuelta, en 66 d.C., y la Revuelta de Bar Kokhba, en 132 d.C., los residentes convirtieron la cisterna de agua -hecha durante el período del Segundo Templo- en una red de túneles.
Esta se convirtió en la extensión subterránea más grande de Galilea. Los pasadizos iban por debajo de las casas. Fue como una ciudad oculta de la superficie que proveyó de seguridad. Todo estaba conectado, a pesar de que los corredores eran estrechos y de altura suficiente para caminar encorvados. “Hay alrededor de ocho cámaras con túneles de conexión cavados a 90 grados para obstaculizar a los soldados romanos fuertemente armados que persiguieron a los rebeldes”, comentaron.
Entre los hallazgos fascinantes, se encontraron cientos de platos de arcilla rotos y vidrio, un impresionante anillo con una montura para una piedra preciosa -la cual todavía permanece perdida- y otros artilugios que revelaron cómo fue la vida cotidiana allí.
“El complejo del túnel ofrece una mirada a un período difícil para la población judía en Huqoq y la de Galilea en general”, indicaron los directores de excavación Uri Berger del IAA y el profesor Yinon Shivtiel del Colegio Académico Zefat. Además, completaron: “Sin embargo, la historia que cuenta el sitio es también una historia optimista de una antigua ciudad judía que logró sobrevivir a tribulaciones históricas”.
Los investigadores revelaron que luego de aquella rebelión que duró hasta el 136 d.C, el pueblo logró tener una vida tranquila fuera de esa red de túneles, en la que, como símbolo de la prosperidad que llegó luego, edificaron una de las sinagogas más impresionantes de Galilea.
En el video que compartió la Autoridad de Antigüedades de Israel se mostró un recorrido del hallazgo y a parte del equipo de arqueólogos que realizó esa guía señaló: “Esto es único y distinto por sobre todos los escondites de Israel (…) Probablemente rompieron con sus lujos, como los rituales de baño y también de agua, por nuevos hábitos como vivir en comunidad”.
LA NACION