El Gobierno estrenó este lunes el denominado reintegro del IVA en compras con tarjeta de débito. El programa que contempla la devolución de un 21% del gasto hasta un tope de $ 18.800 por mes y con el que Sergio Massa apuesta a aliviar el bolsillo de más de 20 millones de personas, después de la inflación del 12,4% en agosto.
La idea era que la medida alcanzara solo a los alimentos y bienes de primera necesidad. Pero por las dificultades para aplicar los filtros, se incluyeron en forma transitoria más de 14.000 artículos de consumo que ofrecen negocios comercios y supermercados minoristas, mayoristas, carnicerías, panaderías, verdulerías y farmacias.
«En 15 días vamos a tener discriminado qué de lo que se compra es canasta básica, pero mientras tanto se devolverá el 21% de todos los productos», dijo este lunes el titular de AFIP, Carlos Castagneto, quien precisó que «en la canasta básica hay productos que no llevan IVA como la leche, pero se devuelve el 21% de la compra total».
Esto significa que el beneficio aplica tanto a la compra de alimentos y bebidas, frutas y verduras y carne, como también a los productos de higiene personal y de la canasta del hogar. «Si comprás comida, toallas, almohadones, te entra todo, ahora los electrónicos se facturan aparte, eso no creo que entre», señaló un funcionario.
Desde temprano, la AFIP sacó sus inspectores a la calle para controlar que los comercios cuenten con los medios de pago electrónicos que acepten tarjetas de débito o billeteras virtuales con cuentas asociadas a dichos plásticos. Y repartió miles de stickers y cartelería en negocios del AMBA y el interior.
«La recepción fue buena, el programa está instalado», señalaron fuentes del organismo, que el viernes pasado realizó un operativo similar para fiscalizar 4.500 comercios en varias ciudades del país, en donde las autoridades buscan que se emitan tickets para controlar el cumplimiento de la medida e incrementar la recaudación.
Según la AFIP, en caso de detectar comercios que no cuentan con dichos medios de pago habilitados, se aplicarán penalidades que van desde multas hasta la clausura del local.
Los principales tironeos surgieron con los bancos y las procesadoras de pagos. Por estas horas, ambos sectores siguen ajustando sus sistemas para cruzar datos y definir el plazo de reintegro, que en principio iba a ser de 48 horas, pero que por las demoras podría extenderse hasta el jueves.
El ministro de Economía y candidato por el oficialismo instruyó el miércoles pasado a la AFIP a disponer este lunes el reintegro con un plazo máximo de devolución de 48 horas. Pero las entidades dicen que necesitan que el organismo les envíe el padrón actualizado con los CUIT de los beneficiarios.
«Hoy tuvimos una reunión, hubo tire y floje, ellos quieren recién reintegrar el jueves, nosotros dijimos el miércoles, tienen que poner más gente a laburar», señalaron fuentes oficiales tras una nueva jornada de reuniones con los bancos, en donde aseguran que «algunas cosas son difíciles de controlar».
El beneficio es para trabajadores con salarios de hasta $708.000 brutos, monotributistas sin otro ingreso, jubilados y pensionados con haberes de hasta $ 524.760, empleadas domésticas, y titulares de AUH, Tarjeta Alimentar y Potenciar Trabajo. Y quedan excluidos autónomos, quienes paguen Ganancias o Bienes Personales.
Desde las PASO, Massa anunció una batería de medidas para paliar el «golpe» de la inflación tras la devaluación. Y la proximidad del cierre de la campaña aceleró aún más el gasto. En efecto, el «compre sin IVA» -que en realidad es una compensación- tendrá un costo fiscal de $ 680.000 millones anuales, según cálculos oficiales.
Esa iniciativa, sumada a los bonos y créditos previos anunciados, representa entre 0,5 y 1% del PBI, una erogación adicional que, según los analistas, llevará el déficit primario a cerca del 3% del PBI en 2023 y complicará aún más el punto de partida del próximo gobierno, en un contexto de inflación récord y escasez de dólares.
La preocupación del gobierno parece estar enfocada en reactivar las ventas antes de las elecciones, mientras mantiene congelado el dólar, las tarifas y trata de sostener los acuerdos de precios. Según la CAME, las ventas minoritas en pymes cayeron 4,1% en agosto, después de siete meses de retroceso consecutivo.