Había dicho Daniil Medvedev antes de medirse este viernes en semifinales del Abierto de Estados Unidos a Carlos Alcaraz que para ganar al murciano no le bastaba jugar 10 sobre 10, como se había visto en los partidos anteriores del último grande del año, sino que necesitaba “11 sobre 10”. Lo ha conseguido.
El 3 del mundo se ha hecho gigante en el duelo snte el 1 y se ha convertido en el verdugo del de El Palmar en Nueva York, en el rompedor de sueños. En 3 horas y 19 minutos ha cerrado el 7-6 (7-3), 6-1, 3-6 y 6-3 que han dejado a Alcaraz sin la opción de renovar título en la plaza donde el año pasado tocó por primera vez el cielo a los 19 años y abrió su palmarés de grandes, luego ampliado en Wimbledon.
Será el moscovita el que este domingo se mida en la final con Novak Djokovic, ante el que se llevó el título en Flushing Meadows en 2021.