lunes, 7 octubre, 2024

Las empresas reclaman por el nuevo cepo a las importaciones y advierten que la actividad está en riesgo

Crecen las protestas de las cámaras empresariales por las medidas que encarecen y traban las operaciones.

«Bregamos cada mañana por una Argentina pujante. Ésta, la de las “medidas de aguante” que estiran la agonía, no lo es«, sostienen con dureza los industriales metalúrgicos de Córdoba.

La frase quedó fija en un comunicado que el Centro de industriales de Córdoba que le dirigió a Eduardo Accastello, ministro de Industria, Comercio y Minería de la provincia mediterránea.

La advertencia llega en momentos turbulentos para los importadores argentinos: en pocos días vieron no solamente un salto en los costos con la aplicación del impuesto PAIS, sino también una marcada caída en los permisos para operar y acceder al dólar oficial, lo que profundiza el cepo a las compras al exterior.

Esto llevó a que se levante una ola de reclamos entre las cámaras. Esta tarde se sumó la Unión industrial que por segunda vez en pocos días alertó «sobre el impacto negativo de las medidas».

Los números del Mercado Unico y Libre de Cambios muestran la retracción con claridad: en la tercera semana de julio, cuando Sergio Massa aun no había oficializado la devaluación técnica que llevó a encarecer el dólar importador, el promedio diario de operaciones autorizadas para importación era de US$ 142 millones. La semana siguiente ese saldo diario cayó 75%, a US$ 36 millones. Y todo indica que va a empeorar.

Con la sequía como telón de fondo, la escasez de divisas sigue siendo crítica. Mientras en lo que va del año las exportaciones retrocedieron 24,5%, las importaciones hasta junio habían caído 8,5%. En la balanza comercial esto se tradujo en un déficit de US$ 4.387 millones contra un superávit de US$ 2.977 millones en el mismo período de 2022.

Con estos números rojos y aún sin un desembolso del Fondo Monetario que permitan recomponer en parte las reservas negativas del Banco Central, que ya rondan los US$ 10.000 millones, el Gobierno encareció las importaciones con el Impuesto PAIS al 7,5% a bienes y al 25% a servicios.

Esta semana además achicó en un 25% el cupo permitido para que las empresas importadoras realicen compras en el exterior.

Los importadores se desayunaron a través de la pantalla de la AFIP con que les habían recortado el monto autorizado para la compra de dólares según el sistema de Capacidad Económica Financiera (CEF). Sin explicaciones oficiales de por medio, vieron como su capacidad para concretar las compras caía desde 25% hasta 0%. 

El CEF tiene en cuenta la capacidad de pago y en función de eso y del cumplimiento tributario que la empresa viene mostrando, va liberando las autorizaciones en el comienzo de cada mes.

Desde los despachos oficiales sostienen que se trata de un ordenamiento que solo afecta a quienes no liquidaron divisas en tiempo y forma. Pero en el sector aseguran que la nueva norma es arbitraria y alcanzó incluso a quienes no tenían operaciones pendientes.

Desde la Cámara de Importadores destacan que «hay más restricciones. Y encima agosto comenzó con los CEF de las empresas caídos. Un mal panorama para el comercio exterior en general y las importaciones en particular, para el resto del año».

«En las importaciones hay casi 100% de recorte porque te niegan la capacidad financiera sin explicaciones y como la fórmula de la AFIP es secreta no tenes forma de pedir explicaciones», cuenta Ernesto Espoille, presidente de la Federación de Asociaciones y Cámaras de Ascensores de la República Argentina,

​»Ademas no te registran los despachos y dicen que no ingresaste la mercadería y es otro motivo de bajarte la capacidad. Y finalmente todos los trámites (certificaciones de seguridad, excepción a certificaciones por uso idóneo u otros) tardan 90 días con suerte, cuando antes en una semana los tenías resueltos. En Secretaria de Comercio están en campaña y no te sacan ningun trámite», sostiene Espoille.

«Con profundo malestar, sostenemos que más que una devaluación encubierta, estas medidas constituyen lisa y llanamente un ‘impuestazo’», indica la carta de reclamo de la Comisión Directiva de la Cámara de Industriales Metalúrgicos y de Componentes de Córdoba (CIMCC).

«Consideramos irracional e intolerable seguir profundizando el golpe permanente al que desde hace ya tiempo se ve expuesto el sector productivo de la Argentina. El daño que generarán las medidas recientemente anunciadas será tan alto que será muy difícil de revertir», refuerzan.

«Sostenemos que para que las PyMEs metalúrgicas no pierdan mercados difíciles de recuperar, es necesario eximirlas de la aplicación del impuesto PAIS cuando se trata de producción exportable o contenida en integración nacional de productos destinados al mercado externo», concluyen.

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