Bienvenidos a bordo: se le desplomó el techo de su casa, fue a jugar y ganó 560 mil pesos

Los motivos por los que llegan los participantes a los distintos juegos que propone Bienvenidos a bordo son de lo más diversos. El taxista que busca independizarse o cambiar el auto, quien arriesga para cumplir el deseo de un viaje o, como Eugenia Vizcarra, intentar ganar la mayor cantidad de dinero posible para recuperar su vida.

Instrumentadora quirúrgica de profesión y, hoy, empleada la participante explicó su situación cuando el juego de la pared apenas había empezado: “Tengo algo muy puntual para gastarla. Se me cayó el techo de mi casa. No sabemos muy bien qué pasó, un problema de la construcción. Un día estábamos ahí y se desplomó“.

En la vivienda, un PH de Lanús, las cosas sucedieron de golpe. “No se veía nada raro”, contó Eugenia y enseguida aclaró que, dentro de todo, fue una desgracia con suerte: “Pudimos sacar a nuestras hijas y no se lastimó nadie. Ahora nos fuimos a vivir a lo de mi suegra”.

Sin mayores complicaciones la participante fue avanzando entre mayores y menores, y por cada línea terminada pudo elegir un premio en efectivo o un electrodoméstico. Vizcarra siempre fue por el dinero. Así llegó a 60 mil pesos y una última línea de cinco opciones para acceder al medio millón.

La nueva regla en la que se puede cometer un error e igualmente seguir adelante la salvó. Y, con los últimos tres aciertos consecutivos, Eugenia quedó más cerca de su sueño: volver a tener a su familia en su casa.