Cómo fue el desfile de Tebas, la marca de ropa sin género que está revolucionando la moda local
Pako Neiman y Horacio Rubianes presentaron Ke Santa, la tercera colección de Tebas, en el teatro Margarita Xirgú Crédito: Richard Bach En el hall del tradicional teatro porteño Margarita Xirgú, La Kahlo, artista drag y host de la noche, reparte hostias desde la altura de sus zapatos con plataforma. “Tengan el cuerpo de Cristo”, les…

En el hall del tradicional teatro porteño Margarita Xirgú, La Kahlo, artista drag y host de la noche, reparte hostias desde la altura de sus zapatos con plataforma. “Tengan el cuerpo de Cristo”, les dice a los recién llegados, y se pierde entre el montón de gente que esta noche viene a ver el lanzamiento de Ke Santa, la tercera colección de Tebas, la marca de ropa sin género que crearon Pako Neimann (25) y Horacio Rubianes (26). Pero, además de un evento de moda, esta noche se presentará en vivo
Spiritual Fetish, el EP de la solista pop Vedette, con el que Tebas anexa la producción discográfica a su proyecto y se convierte en el primer sello argentino en impulsar específicamente artistas queer.
“Todavía no encontramos una palabra que pueda sintetizar todo lo que es y quiere ser Tebas”, dice Pako días antes de la presentación en el Xirgú. De la misma manera que incomodar las categorías de lo masculino y lo femenino se volvió el rasgo que define las prendas de Tebas, ni Pako ni Horacio quieren anular las posibilidades de lo que prefieren ver como un paraguas para generar proyectos, más que como una marca de diseño de indumentaria. “Teníamos algo para decir sobre cómo los géneros restringen la expresión humana y encontramos un canal, primero en la ropa y después en la música”, dice Horacio. “Pero sabemos que esto puede tomar muchas otras formas.”
El motivo por el que La Kahlo reparte hostias en un alba de sacerdotisa gótica es porque Ke Santa está inspirada en distintas estéticas religiosas. “El eje del desfile es deconstruir los cultos, religiones y sectas. Ke Santa viene a sintetizarlos a todos, como un nuevo culto posmoderno que reivindica la figura del Ángel Caído, siempre demonizado por el orgullo y la vanidad. Nuestro Ángel Caído de esta noche viene a ser Vedette, que representa la libertad y la belleza”, explica Pako sobre cómo pensaron la presentación de esta noche. Además de La Kahlo, algunos invitados se sumaron a la consigna de Ke Santa: entre las columnas de mármol del Xirgú hay túnicas naranjas de monjes budistas, hombres y mujeres con mordazas de manzanas y un Gauchito Gil pop de pelo azul.
Cerca de las diez, más de 500 personas están ocupando las butacas del Xirgú, que esta noche están enfrentadas en la planta baja, partida al medio por una pasarela que conecta la entrada con el escenario. En la primera fila, el diseñador Benito Fernández es una de las caras de la moda más reconocidas que aguarda para conocer la próxima colección de Tebas. Vedette ingresa al teatro con aires que hacen honor a su nombre de artista drag y camina hasta el escenario acompañada de dos bailarines de
voguing. El telón se levanta para descubrir un Jardín del Edén con figuras de neón y ella inaugura su set de unos 30 minutos, que incluye “Ke $anta” y “La manzana”, las canciones que produjo junto a Tebas y que pronto verán la luz. Vedette les pone voz y ritmo al contoneo de las y los modelos sobre la pasarela. Su presencia sobre el escenario ocupa el lugar central en cada intervalo.
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En julio de 2018, antes de Ke Santa y a solo unas semanas de empezado el proyecto, Tebas ofreció su primer desfile en la fábrica recuperada IMPA. “Queríamos que la fábrica fuera el lugar en el que se gestara una suerte de nueva criatura sin límites y sin reglas”, dice Horacio. La segunda presentación fue en Laboratorio Marte, con 22 modelos que salieron a escena sin ropa, se acercaron a un perchero y se vistieron delante de todos. La idea fue destruir las tipologías de cuerpo: desfilaron hombres, mujeres, chicos y chicas plus size, queers y trans. “No nos interesan les modeles perfectes a la manera hegemónica”, dice Horacio. “Solo que sean personas que tengan actitud y se identifiquen con nuestra filosofía de vivir en libertad”.
La puesta en escena de los lanzamientos de Tebas incluye, además de modelos, a coreógrafos, músicos, sonidistas, maquilladores, actores y actrices, productores y escenógrafos, un volumen de producción que sería muy difícil de costear si no fuera por la forma de producción colectiva, basada en la colaboración y el intercambio, con la que trabaja Tebas. “Hacemos algo así como una olla popular de trabajo creativo”, explica Pako. “Este desfile implica un nivel de gasto que va mucho más allá de lo que podríamos facturar haciendo cualquier cosa.”
Para Vedette, esta forma de cooperación es la impronta más fuerte y el aporte más valioso de Tebas a la comunidad LGTBQ+: “Pako y Horacio son los que están moviendo la noche disidente, marcando estándares muy altos de calidad sin mover grandes presupuestos”, dice. “Muchas veces, los artistas queer quedamos relegados al objeto de decoración o solo conseguimos apoyo cuando se nos usa para el pinkwashing [la promoción de parte de marcas y empresas de personas LGTBQ+ con el objetivo de ser percibidas como progresistas y tolerantes]. Tebas entendió en serio la ruptura de lo binario, la ruptura con las formas tradicionales de consumir y de ser consumides.”
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