Lionel Scaloni completa casilleros para la Copa América en la que se jugará su futuro

“Paredes tiene que ser Paredes y Lo Celso tiene que ser Lo Celso. Lo hablé con ellos porque mi relación con los jugadores es la mejor. Si todos hacen lo que hacen en sus clubes seríamos un mejor equipo”.

Lionel Scaloni

le exige a sus jugadores lo que sabe que pueden dar, el rendimiento que los llevó a ser convocados para la

selección argentina

. Esa lógica demanda hacia los futbolistas no es recíproca ni aplicable al director técnico. ¿Quién puede pedir que Scaloni sea Scaloni si apenas se tienen indicios de lo que es en su oficio, si llegó al seleccionado por la vía más heterodoxa, sin experiencia ni recorrido?

La formación de este martes ante Marruecos; Andrada; Montiel, Pezzella, Kannemann y Acuña; Roberto Pereyra, Paredes, Guido Rodríguez y De Paul; Dybala y Lautaro Martínez.

Desde que asumió en agosto de 2018, Scaloni trasladó su bisoñez al seleccionado. Si él se empezaba a formar como conductor, el equipo también. A su vez era una manera de atender el reclamo popular de que después del fiasco del Mundial de Rusia se imponía una renovación, nuevos aires, caras distintas. Y el nacido en Pujato, a través de cuatro listas de citaciones para afrontar ocho amistosos, se embarcó en un profundo casting de jugadores. Llamó a 53 futbolistas, de los cuales 23 integraron el plantel nacional por primera vez. Probó con tres zagueros y línea de cuatro, y del medio hacia adelante le dio prioridad a intérpretes de buena técnica, aptos para sacar la pelota limpia y el juego asociado. De ahí que la fórmula a la que le dio más continuidad es la que componen Paredes y Lo Celso en el eje, aunque este martes, ante Marruecos, el ex Rosario Central le dejará su lugar a Guido Rodríguez, un volante que se asomó a la primera división en River con Gallardo y que desde hace tres años está en México (primero en Tijuana y luego en América).

“Tenemos que mejorar la imagen, no nos gusta perder de la manera que perdimos”, reconoció Scaloni en la conferencia de prensa que ofreció en Tánger, consciente de que la Argentina viene del peor rendimiento en los siete partidos de su ciclo. La derrota 3-1 ante Venezuela dejó al descubierto un equipo inseguro desde lo táctico y lo individual, con un

Lionel Messi

desentendido con el resto de sus compañeros, salvo en un par de centros en los que pudo encontrar la cabeza de Lautaro Martínez, el único que no desentonó en una producción con muchos puntos bajos.

Scaloni no pudo aprovechar la reaparición de Messi, cuya estancia con la delegación fue breve porque después de la caída con Venezuela se volvió inmediatamente a Barcelona por una “reagudización del dolor pubiano bilateral”, según el parte médico de la AFA. Cinco días de convivencia con el capitán le alcanzaron al entrenador para comprobar que su compromiso con el seleccionado se mantendrá: “Leo va a estar en la Copa América. Es evidente que va a estar. Acá mostró una máxima predisposición, lo vimos muy metido. Hablamos con él del partido contra Venezuela, pero no de lo que viene”.

El amistoso contra el rival africano es el último que está programado antes de la Copa América, competencia en la que Scaloni se jugará el puesto -tiene contrato hasta fin de año y en caso de no continuar habría gestiones por Marcelo Gallardo- y para la que dice tener “el 80 por ciento de los nombres encaminados, quedan tres o cuatro sitios por ver”.

Como ocurrió en las otras series de dos amistosos, el director técnico variará mucho la formación de un partido a otro. Ocho modificaciones y un cambio de esquema, con línea de cuatro desde el comienzo, habrá respecto del equipo que desilusionó en Madrid. Se mantienen Montiel (“va a jugar otra vez porque me gustó y a Saravia lo conozco”, justificó Scaloni), Paredes y Lautaro Martínez, Entrarán Andrada (debutará en el arco argentino), Pezzella (será el capitán), Kannemann, Acuña (“es un gran jugador”, lo definió el DT), Guido Rodríguez (tiene solo 21 minutos con la camiseta nacional, en el 1-0 a Brasil de junio de 2017 que marcó el estreno de Jorge Sampaoli), Roberto Pereyra, De Paul y Dybala.

Interpretando sus convocatorias y búsquedas, cuando Scaloni dice tener un 80 por ciento de los 23 apellidos para la Copa América, en esa lista deben estar Armani (Andrada y Marchesín están bien posicionados para completar los tres arqueros), Pezzella, Otamendi, Kannemann, Tagliafico, Acuña, Paredes, Lo Celso, Di María, Lautaro y Gonzalo Martínez, Messi, y Dybala. Es probable que Montiel se gane un lugar y habrá que ver si no termina desplazando a Saravia. Como volante de contención, con más marca que Paredes, tuvo en cuenta a Ascacíbar. Rodrigo Battaglia no llegará por haber sido operado de los ligamentos cruzados. También prestará atención a la recuperación de Exequiel Palacios.

En ese 20 por ciento pendiente de resolución está uno de los cupos de centrodelantero. Scaloni hizo una apuesta fuerte por la renovación con Icardi (un gol en cuatro encuentros), pero el conflicto que desde hace más de un mes mantiene con Inter lo dejó afuera de la última convocatoria. Icardi volverá a los entrenamientos esta semana en Italia. Todo este tiempo que desperdició, lo aprovechó muy bien Agüero, el mejor atacante argentino en Europa después de Messi. Scaloni, dentro la depuración que hizo de la vieja guardia, empezó ignorando al Kun, pero a principios de este mes le asignó posibilidades de estar en la Copa América, el examen que Scaloni debe aprobar sí o sí.